Este martes, ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el jefe de la Misión de Naciones Unidas en Colombia para el seguimiento de la implementación del Acuerdo de Paz, Carlos Ruiz Maseeiu, rindió informe trimestral sobre los avances que se han evidenciado en Colombia sobre el posacuerdo y las preocupaciones que aún existen en temas de paz. Uno de los avances más significativos de acuerdo con el documento, es el reconocimiento por parte de miembros de las extintas Farc sobre el macrocaso de secuestros ante la Jurisdicción Especial para la Paz y la misma contribución y compromiso que manifestaron de ayudar a la Unidad de Búsqueda para Personas dadas por Desaparecidas a determinar el paradero de por lo menos 136 víctimas.
“Es un hito en el proceso de paz colombiano y un referente para la justicia transicional en el mundo que el pasado mes de abril siete excomandantes de la máxima dirección de las antiguas Farc oficialmente aceptaron su responsabilidad por crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra sobre toma de rehenes y otras privaciones graves de la libertad”, anotó Ruiz Maseeiu.
Además, en el Consejo reconocieron que la JEP ha avanzado no sólo con el caso de secuestro, sino que también se ha dado un gran paso en el tema de falsos positivos o ejecuciones extrajudiciales con la imputación de crímenes de guerra y de lesa humanidad a 11 personas incluidos oficiales del Ejército y un civil.
“Reconocemos el progreso de identificar y hacer que rindan cuentas los miembros de las fuerzas del Estado que ordenaron o participaron en abusos de derechos humanos, incluyendo matanzas extrajudiciales”, anotó Jeffrey Delaurentis, Asesor Principal para Asuntos Políticos Especiales y Embajador de los Estados Unidos ante la ONU.
Pese a los avances en materia judicial, el mecanismo manifestó su preocupación por la violencia que se ha venido evidenciando los últimos meses en el país tanto en el marco del conflicto armado por muerte de lideres sociales y excombatientes como en el marco del paro nacional.
“El período sobre el que se informa estuvo marcado por un gran malestar social en Colombia y por la polarización en torno a las protestas en todo el país y la violencia asociada. Los sucesos suscitaron grave preocupación a nivel nacional e internacional, así como llamados a la no violencia, al respeto de los derechos humanos y a la solución de las diferencias mediante el diálogo pacífico”, se precisa al inicio del informe por lo que el mecanismo extendió un invitación a la sociedad y a todo el entramado estatal “En esta coyuntura crítica y respetando plenamente el papel que desempeñan todas las instituciones democráticas nacionales es esencial que todos los poderes públicos trabajen juntos para avanzar plenamente en la implementación del Acuerdo Final, incluso mediante la adopción de legislación relacionada con la paz”.
Además, en el caso de los representantes de Rusia y China manifestaron su preocupación e hicieron un fuerte critica pues consideran que no se ha avanzado en las prioridades que determinó el secretario general de Naciones Unidas. “Frente a un panorama desalentador, alentamos las cinco prioridades que figuran en el último informe del Secretario General que competen al Gobierno: seguridad de la población, reincorporación, presencia estatal rural, diálogo y reconciliación duradera” puntualizó el representante de Rusia.
Finalmente los miembros del mecanismo internacional insistieron que el dialogo es la mejor forma de solucionar los problemas que se han presentado como se evidencio con el acuerdo de la Habana y pidieron que se reanudar las negociaciones con el Eln, se continuará con la sustitución voluntaria de cultivos y se avanzar en una reforma agraria.
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