Tal como las demás instituciones educativas de Colombia, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) sigue en proceso de regreso a la presencialidad en sus unidades regionales para mejorar el proceso de aprendizaje de los niños en primera infancia. Según los reportes de la institución, tres departamentos abrieron más de 350 hogares en todo su territorio: Valle del Cauca, Casanare y Putumayo.
De acuerdo con la institución, estas reaperturas tienen el fin de prestar atención integral a sus estudiantes, que practiquen la interacción entre sí, mejoren en su resolución de conflictos y que tengan experiencias de aprendizaje a través del juego.
En Valle del Cauca, fueron más de 180 unidades de servicio las que reabrieron en los municipios de Buenaventura, Jamundí, Cali, Yumbo, Palmira, Buga, Tuluá, Cartago y Roldanillo. Esto representará beneficios a un promedio de 7.044 usuarios.
Frente a las garantías de bioseguridad para el personal, existe confianza en el proceso de vacunación para madres y padres comunitarios, y agentes educativos. Junto a esto, se implementarán protocolos de sanidad en los centros de atención.
“El regreso a la presencialidad además de tener un impacto fundamental en la niñez al favorecer su crecimiento y el desarrollo, fortalecer las funciones sociales, emocionales y cognitivas; reactiva la economía con la inserción de padres y cuidadores al mercado laboral”, indicó el director regional del ICBF en Valle, Carlos Humberto Bravo.
Por otro lado, en Putumayo, se abrieron otras 185 unidades que beneficiarán a 2.595 niños y niñas en su regreso a la presencialidad.
“Del total de niños y niñas que se atienden en las unidades de servicio del Putumayo, 811 se encuentran en Puerto Asís, 179 en Sibundoy, 43 en Santiago, 4 en Colón, en San Francisco 11, Mocoa cuenta con 484 usuarios, Villagarzón 85, Puerto Guzmán 139, Puerto Caicedo 39, Orito 349, Valle del Guamuez 237, San Miguel 112 y Puerto Leguízamo con 102”, expresó Carol Burbano, directora regional, quien aseguró que el proceso de vacunación al personal avanza. Por otro lado, se espera seguir cumpliendo con requisitos sanitarios.
En el Casanare, se habilitaron las unidades de servicio ubicadas en Aguazul y Yopal. Según Yenny Rincón, directora regional, se pretende “continuar con la atención integral desde las aulas es fundamental para la primera infancia, así como interactuar y aportarles en su proceso con las herramientas pedagógicas y la experiencia de los agentes educativos”.
Sin embargo, la funcionaria recalcó que se seguirá haciendo seguimiento a aquellos que no se reincorporan a las unidades. “Es importante recalcar que a los niños y niñas que aún permanecen en sus hogares, el ICBF les garantiza la entrega de canastas alimentarias. Paralelo a ello, los agentes educativos y madres comunitarias vienen haciendo el respectivo acompañamiento pedagógico a través de llamadas y seguimiento virtual, garantizando la atención integral”, indicó la funcionara, sobre las funciones de la entidad en Casanare.
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