Este martes mediante el decreto del 13 de julio de 2021, el Ministerio del Interior designó a Juan Camilo Restrepo, alto Comisionado para la Paz, como alcalde ad hoc de Cúcuta. Restrepo deberá vigilar que se cumplan los protocolos de bioseguridad en medio del proceso de revocatoria contra Jairo Yáñez, mandatario de la ciudad.
El alto Comisionado lleva poco más de dos meses en el cargo tras la renuncia de Miguel Ceballos en mayo para lanzar su candidatura presidencial. Ahora llega a ocupar este cargo en Cúcuta tras el impedimento presentado por la misma Alcaldía para desarrollar la labor de regulación de medidas sanitarias en el proceso de recolección de firmas que, de llegar a ser validadas al menos el 30 % del total de votos recibidos por Yáñez en 2019, es decir, 33.017, se convocarían elecciones para su revocatoria.
Pero el impedimento de la Alcaldía viene por parte de la Secretaría de Salud que, al estar adscrita a la misma administración elegida por voto popular, no cumpliría con sus labores a cabalidad. Por eso el pasado 4 de mayo el procurador regional de Norte de Santander, Libardo Álvarez, le pidió al Ministerio del Interior pronunciarse sobre el tema y designar un servidor ad hoc.
El paso siguiente, después de que la Registraduría y el Ministerio de Salud tuvieran bloqueados los procesos de revocatoria por cuenta de la regulación de estas medidas, es entregar los formularios que se usarán para recoger las firmas de ‘De que se va, se va, póngale la firma’, como se llama la campaña contra Yáñez.
Al recoger el mínimo de firmas y al convocar las elecciones, es necesario que al menos 130.565 personas participen de dichos comicios, de los 326.414 votos que hubo en la cita de 2019.
Por ahora, la función principal del alto Comisionado Restrepo será “ejercer la función de control y vigilancia de los protocolos de bioseguridad que se deben implementar y acatar en el proceso de revocatoria de mandato del alcalde titular del mismo ente territorial”.
Diálogos con el Eln
El Alto Comisionado para la Paz dijo hace unas semanas que tanto el presidente Iván Duque como su oficina están abiertos al diálogo de nuevo con la guerrilla. “En el gobierno anterior acordamos un cese del fuego bilateral y suscribimos algunos compromisos y entre esos era que no habrían acciones de parte de nosotros en ese cese bilateral y eso quiere decir que hay disposición de las dos partes”, señaló el exjefe negociador del Eln, Pablo Beltrán, frente a no cometer más crímenes.
En entrevista con Infobae Colombia, Miguel Ceballos, antiguo en el cargo, dijo que “establecimos unas condiciones que son absolutamente válidas y han sido reconocidas por el propio Humberto de la Calle, son dos condiciones; una que dejen de secuestrar y liberen a los secuestrados, y la segunda, que cesen los actos criminales, los asesinatos, el reclutamiento de los menores, la instalación de minas antipersonal. Esas condiciones desafortunadamente el ELN no las cumplió”.
Ceballos se refiere a lo sucedido en la Escuela de Cadetes Franciso de Paula Santander en enero de 2019 cuando el Eln estalló un carro bomba dentro de las instalaciones, dejando a varios estudiantes muertos. Desde este momento el presidente Duque, quien llevaba para ese momento, solo cinco meses en el cargo, se levantó de la mesa de negociación, ubicada en Quito (Ecuador) en busca de un Acuerdo de Paz, como se logró en 2016 con la guerrilla de las Farc.
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