En un nuevo hecho de violencia fue asesinado Wilson Ferney Rivera Pilcué, de 35 años de edad, quien era comunero indígena del Resguardo de Tacueyó, zona rural del municipio de Toribío, en el nororiente del departamento del Cauca.

Según informó W Radio, Rivera Pilcué, residente en la vereda La Susana, fue atacado con disparos por desconocidos que lo interceptaron mientras él se encontraba departiendo en el casco urbano de dicha población.

La fuente afirmó que la denuncia fue establecida por el líder indígena y Defensor de Derechos Humanos, Mauricio Capaz, quien reveló que las autoridades hicieron presencia en el sector después de los hechos de sangre y realizaron las primeras labores de acompañamiento a los familiares de la víctima.

Se desconocen las causas y autores del homicidio del comunero Rivera Pilcué, acto violento que se enmarca en una serie de asesinatos acaecidos en la zona norte del departamento del Cauca.

De acuerdo con Capaz se han establecido reportes por parte del Área de Derechos Humanos de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, Acín, que señalan más de 40 crímenes en lo corrido del año 2021.

Además, el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) respaldó dicha afirmación al recordar que, para el occidente de Colombia:

“Para el departamento del Cauca se han emitido 3 Alertas Tempranas en 2021 por parte de la @DefensoriaCol. En Toribío se tiene registro sobre presencia del EPL, AGC (panfletos) y especialmente de la Columna Móvil Dagoberto Ramos”, escribió la organización social al reportar la muerte del comunero.

Las masacres no se detienen en Colombia

El seguimiento que realiza el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) señaló que Colombia alcanzó 52 masacres en el transcurso de 2021, siendo las dos últimas las acaecidas en Arauca (Cravo Norte) en donde fueron asesinados cuatro hombres pertenecientes a una misma familia, y en el municipio de Alcalá, Valle del Cauca, en donde fueron ultimados tres personas, entre ellas, un menor de edad.

Haciendo una comparación con el 2020, la violencia aumentó en un 32%, en la misma de julio, del año anterior, se había presentado 34 masacres.

En el reporte se evidenció que han perdido la vida 85 personas que lideraban procesos de reinserción y acompañamiento dentro de la comunidad en los diferentes departamentos.

Sin embargo, las alarmas se encendieron con el conglomerado de asesinatos luego de la firma del acuerdo de paz, en total han sido 1.201 homicidios de líderes sociales, tan solo en el mes de junio fueron asesinados 6 líderes de estos.

De acuerdo con las estadísticas de la plataforma, Antioquia se convirtió en el departamento con mayor número de líderes asesinados con 15 casos, en segundo lugar, Valle del Cauca con 11 homicidios, en tercer lugar, Nariño con 10 asesinatos y en cuarto lugar, el Cauca con 9 líderes muertos.

Para el caso de Antioquia, las masacres se han concentrado en las subregiones del Bajo Cauca y el Suroeste, donde grupos armados ilegales, principalmente herederos del paramilitarismo, se disputan los recursos naturales y las rentas de los negocios ilícitos presentes en los territorios, principalmente la minería y el narcotráfico, entre los que se encuentran grupos como ‘Los Caparros’ y las ‘Autodefensas Gaitanistas de Colombia’ (AGC), además, de la guerrilla del ELN, la Oficina de Envigado y la banda El Mesa.

Y en el Valle del Cauca, que han ocurrido en Cali y varios municipios con pasados de violencia, como Cartago, Buga y Jamundí, los hechos están relacionado con bandas dedicadas al microtráfico y la extorsión.

Indepaz señaló que en lo que va del año Colombia sobrepasa por 12 masacres las registradas en los primeros seis meses de 2020, cuando se contabilizaban 33 crímenes de ese tipo.