Hace seis años jugaba para el equipo de la comunidad del nororiente de Colombia donde nació. Poco después integró la selección de pueblos indígenas que obtuvo un subcampeonato sudamericano. Aunque había cumplido ya buenas actuaciones con el Porto, pocos lo tenían en el radar como una de las posibles figuras de esta Copa América. Ahora, todos hablan de los golazos de Luis Fernando Díaz.
El extremo consiguió otro par de tantos el viernes, incluido uno en el descuento, cuando la tanda de penales parecía inevitable. Colombia superó así 3-2 a Perú y se apoderó del tercer puesto del certamen.
“Siempre he soñado con estos triunfos, con hacer las cosas bien en la selección, pero nunca imaginé en conseguir todo lo que me está pasando”, comentó Díaz, luego de recibir su medalla de bronce.
El futbolista nació en el municipio de Barrancas, ubicado en el departamento de La Guajira, cerca de la frontera con Venezuela. Tiene raíces en la etnia wayú, aunque no habla esa lengua.
En 2015, a los 18 años, formó parte de la selección colombiana que participó en la Copa América de Pueblos Indígenas, perdiendo la final en Chile. El certamen abrió la puerta a una recomendación por vía de Carlos “Pibe” Valderrama, el astro colombiano en los Mundiales de 1994 y 98, para que Díaz llegara al Atlético Junior de Barranquilla.
Ayudó en la obtención del título de liga en 2018, un año en que el conjunto Tiburón quedó también subcampeón de la Copa Sudamericana.
Un año después llegó el fichaje con el Porto, el club en el que se pulieron los talentos de otros jugadores colombianos, desde Radamel Falcao hasta James Rodríguez.
Y en una Copa América de la que James fue excluido en medio de controversia, Díaz ayudó a que ésta pasara a segundo plano.
“Colombia está ante un chico ante una gran condición... Lo que más me gusta es su habilidad y el equilibrio que tiene, estamos ante un gran jugador que Dios dio”, dijo el seleccionador colombiano Reinaldo Rueda.
Uno de los veloces desbordes de Díaz derivó en el gol del empate, una estupenda acción que definió casi sin ángulo de tiro, ocultando el balón y empujándolo a segundo palo con la parte interna del botín derecho.
De nuevo, la alegría de ese tanto quedó empañada por la derrota. Argentina se impuso en penales y avanzó a la final que disputará este sábado frente a Brasil.
Ante Brasil en la fase de grupos, consiguió un tanto impresionante de chilena. Colombia estuvo cerca de la victoria, pero terminó cayendo por 2-1, con un tanto en que medió un balón que se desvió en el árbitro argentino Néstor Pitana y otro en el décimo minuto de descuento.
En la semifinal contra Argentina, Díaz fue una pesadilla para la zaga Albiceleste, particularmente para el lateral derecho Nahuel Molina.
Con el marcador igualado 1-1 en el segundo tiempo, volvió a lucir su velocidad endemoniada. Se apoderó de un saque de meta ejecutado por el arquero Camilo Vargas, se aproximó al área y descargó un zurdazo que venció al portero peruano Pedro Gallese.
A ocho minutos del final, Perú igualó de nuevo, y cuando todos se preparaban para la tanda desde los 11 pasos en Brasilia, Díaz apareció de nuevo.
Tomó un balón cerca del vértice izquierdo del área, aceleró para colocarse en el balcón y desde ahí se atrevió ahora con la derecha. El cañonazo rozó los dedos de Gallese y entró por un ángulo para dar el tercer sitio a Colombia.
“Con Lucho alcanzamos la victoria.... Es un jugador de mucha calidad... entrenaba con nosotros cuando estaba el profesor (José) Pekerman (el técnico en los Mundiales de 2014 y 18) y luego pasó al fútbol de Europa”, resaltó su compañero Juan Guillermo Cuadrado, quien hizo el otro tanto de Colombia. “Tiene un excelente nivel y está para grandes cosas”.
Se preguntó a Díaz si compraría en Brasil regalos para llevar a Barrancas.
“A casa, los llevo a Barranquilla, por ahora. No sé si los lleve al pueblo”, respondió.
En realidad, entregó cuatro obsequios estupendos para toda Colombia en la Copa.
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