Así es cómo exmilitares colombianos han sido partícipes de guerras ajenas en el mundo

Tras el magnicidio del presidente de Haití, Joevel Moïse, el pasado 7 de julio en su residencia de Puerto Príncipe, y el hallazgo de la posible intervención de 26 exmilitares colombianos en este crimen, se rememoró cómo exmilitares, que son fuertemente entrenados en el país, resultan siendo parte de conflictos internacionales, tras su retiro en las Fuerzas Militares.

De acuerdo con una entrevista realizada por el diario El Espectador a Andrés Macías, investigador del Centro de Investigaciones y Proyectos Especiales CIPE, de la Universidad Externado, se sabe que varios colombianos han dejado huella en conflictos bélicos en países como: Irak, Libia, Afganistán, Yemen e incluso en la lucha contra el Estado Islámico se ha constatado la presencia de ex militares colombianos.

Según Macías, existe un mercado transnacional de servicios militares en el mundo en países como: Sudáfrica, Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Rusia y Dinamarca, que desde el año 2.000 puso los ojos sobre los ex uniformados de las Fuerzas Militares de Colombia, con el fin de tener personal para vender sus servicios de asistencia en seguridad, tema que no es ilegal en Colombia y es sabido por las mismas Fuerzas Militares.

De acuerdo con El Espectador, dichas empresas que pululan en el mundo, son ejércitos privados que libran guerras ajenas en las que algunos países no quieren verse directamente implicados, de las cuales por ejemplo han salido a la luz por escándalos como G4S, DynCorp, Blackwater, entre otras. Sin embargo, pese a que es sabido por todas las naciones y su actuar, algunas de estas empresas se han visto involucradas en graves matanzas, bombardeos y otras series de hechos graves, sin que esto sea controlado.

¿Pero, cómo es que llegan los colombianos a estas guerra ajenas? Según el diario bogotano, todo inicia en la lucha contra el narcotráfico en Colombia y cómo se empieza hacer una gran capacitación al personal de la fuerza pública para blindar al país de este flagelo.

Durante el marco del Plan Colombia, soldados y policías empezaron a ser entrenados por empresas internacionales que llegaron al país, para dar conocimientos en estrategia y contrainteligencia militar, todo con el fin de desempeñarse mejor en operaciones antinarcóticos. En medio de esto, los Estados Unidos vive una de las peores crisis de seguridad, tras el ataque a las Torre Gemelas en el 2001 y es así como estas empresas empezaron a mirar mano de obra exterior para librar la lucha contra el terrismo, entre esos los militares colombianos.

Según el especialista de la Universidad de Externado, en aquel entonces era más fácil llevarse a un ex militar colombiano, que es mano de obra barata, que contratar a un exmilitar estadounidense, y es así como colombianos han dejado huella en conflictos internacionales como el de medio oriente.

No solo los colombianos han sido partícipes de guerras internacionales, en estas también existen hombres provenientes de Chile, Perú y Salvador. En 2015, los colombianos protagonizaron el caso más famoso de reclutamiento que remitió hombres a Emiratos Árabes Unidos (EAU), nación que decidió ampliar su fuerza militar y para convencerlos ofreció ciudadanía y una buena paga a los colombianos que se fueran a su país.

Tras esta iniciativa del país árabe, el medio estadounidense The New York Times, informó que en 2011 Emiratos Árabes Unidos contrató a la empresa Reflex Response Security Consultants, administrada por el fundador de la empresa militar privada Blackwater Worldwide, Eric Prince., por lo que se calcula que actualmente cerca de 800 latinoamericanos forman parte del ejército de EAU, y que 450 de ellos, son colombianos.

¿Es legal que exmilitares colombianos hagan parte de estas fuerzas armadas internacionales? Según Andrés Macías, la contratación por parte de estas empresas está llena de vacíos jurídicos, pero aclara que no todas las personas que son contratadas son mercenarios, pues algunos de ellos van a estos países para desempeñarse en actividades legales de seguridad dedicadas al sector del petróleo, gas, construcción o minería.

Además, agregó que “hay una convención de Naciones Unidas que criminaliza el reclutamiento, utilización, financiación y entrenamiento de mercenarios desde 1989”, pero que Colombia, como muchos países no la han firmado, por lo que convierte a estos hombres en un terreno fértil para que estas empresas contratan mercenarios.

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