La situación por el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moise, parece enredarse más conforme nueva información sale a la luz sobre los posibles responsables. Según las autoridades de la isla, 26 hombres, la mayoría militares retirados del Ejército de Colombia, y dos estadounidenses de origen haitiano, fueron los encargados de cometer el atroz crimen.
Sin embargo, este viernes varios medios colombianos registraron una hipótesis que pone en duda la responsabilidad de los capturados. El Tiempo señaló que fuentes cercanas al caso le revelaron que los 15 exmilitares capturados y los dos muertos contaban con cursos de lancero, tirador de alta precisión, fuerzas especiales, inteligencia, y demás especialidades, y hay dudas de por qué no abandonaron la isla tras haber cometido el asesinato.
La FM por su lado, reveló que inteligencia militar está considerando la posibilidad de que esos exuniformados fueran engañados por la empresa de seguridad que los contrató para dirigirse a Haití, esto porque los familiares de esos hombres han comentado que los contrataron, supuestamente, para “reforzar un equipo de seguridad presidencial”, por eso lograron ingresar legalmente a ese país.
“El objetivo era prestar seguridad a varios dignatarios en la isla, por la tensa situación de orden público y político que se registra, en un periodo de prueba de tres meses, con un pago mensual de 2.700 dólares, si pasaban la prueba entrarían con un contrato por cinco años”, le aseguraron fuentes a El Tiempo.
También hay dudas alrededor de las bajas que se produjeron en las capturas de los presuntos responsables. Los colombianos abatidos tras el operativo fueron considerados “reclutadores”, es decir, los que tenían información más cercana a la fuente, detalla La FM.
Esa también ha sido la versión de los implicados que aseguran que llegaron a la isla para proteger al jefe de Estado y que arribaron al lugar de los hechos cuando este ya había sido asesinado.
De acuerdo con el diario bogotano, uno de los exmilitares retenidos sería Manuel Antonio Grosso Guarin, que hasta 2019 fue uno de los militares mejor preparados del Ejército colombiano, quien recibió enseñanza por el Comando Especial con instructores estadounidenses. Además, se conoció que en 2013, Grosso estaba asignado al grupo de Fuerza Especial Antiterrorista Urbana.
De igual manera, según la investigación de las autoridades haitianas, Grossó habría llegado al país el pasado 6 junio, pues en sus redes sociales habría publicado fotos desde el lugar. La identidad de este exmilitar se conoció luego de verle en fotos que emitieron desde Haití donde está esposado y tirado en el suelo, junto con otros implicados del crimen contra el mandatario.
En medio de una rueda de prensa, se conocieron los nombres de los implicados, y un mapa que emitido por la Policía Nacional, señalando que según investigación hecha por la Interpol y autoridades de Haití y la colaboración de las empresas de viajes en Colombia, se logró establecer que Duberney Capador Giraldo y Rivera García Germán Alejandro, emprendieron su viaje el pasado 6 mayo desde Colombia hacia Panamá, una vez allí, pasaron cuatro días para tomar un siguiente vuelo rumbo a República Dominicana. Una vez llegaron a Santo Domingo, permanecieron por 24 días. Y fue así como llegaron a Haití el 6 de junio, a la par con otros 11 hombres, exintegrantes de las Fuerzas Militares de Colombia.
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