Este miércoles 7 de julio, el patrullero de la Policía de Colombia, Juan Camilo Lloreda, quien aceptó su responsabilidad en el asesinato del estudiante de Derecho Javier Ordóñez, fue condenado a 20 años de prisión por estos hechos ocurridos el pasado 9 de septiembre en el CAI de Villa Luz, al noroccidente de Bogotá.
Un juez de la República emitió la condena contra el uniformado luego que este firmara un preacuerdo con las Fiscalía por el asesinato del hombre de 46, quien falleció en una clínica de la capital luego de recibir prolongadas descargas de una pistola eléctrica y ser sometido brutalmente por algunos patrulleros en el CAI de Villa Luz.
Juan Camilo Lloreda, quien había sido inhabilitado y suspendido por 20 años de la institución por la Procuraduría General y quien aceptó haber sido quien le colocó el arma eléctrica a Javier Ordóñez, quedó inhabilitado para ejercer cargos públicos y tendrá que pagar una multa de 1.500 salarios mínimos legales mensuales vigentes por estos hechos que generaron violentos disturbios en Bogotá y Soacha el pasado septiembre.
“El objetivo era llegar a una negociación en la que todas las partes estuviesen de acuerdo y finalmente después de verificar los delitos, el material probatorio, subir el monto de la pena, bajar otro tanto, llegamos a la determinación y al acuerdo de que 20 años es una condena suficiente para buscar una reparación a las víctimas”, le aseguró el abogado de la familia de Ordóñez, Vadhir Gómez a Semana
En ese sentido, el abogado le manifestó a la revista que luego de varios encuentros con los abogados de los uniformados implicados en estos hechos, la defensa de Juan Camilo Lloreda fue la que se dispuso a firmar el preacuerdo con el ente fiscal que le permitía una rebaja en su pena.
Por otra parte, el otro patrullero detenido por este asesinato, Arbey Rodríguez, tendrá que afrontar un juicio por este asesinato que causó una ola de indignación en Bogotá y el municipio aledaño de Soacha, que derivó en una violenta noche de protestas en las que se registraron 13 muertos y varias estaciones de Policía vandalizadas e incineradas.
El juzgado octavo especializado de Bogotá aceptó, el pasado abril, el preacuerdo adelantado entre la Fiscalía General de la Nación y el expatrullero de la Policía Metropolitana de Bogotá Juan Camilo Lloreda, uno de los dos uniformados señalados de ser responsables de la muerte del estudiante de Derecho Javier Ordóñez, el pasado 9 de septiembre de 2020.
El juez Juan Carlos Oliveros, en cabeza del caso aceptó la condena a Lloreda de 20 años de cárcel por los delitos de tortura agravada y homicidio agravado por la muerte Ordóñez. El preacuerdo con la Fiscalía le otorgó una rebaja de penas por haber aportado información clave en el caso que terminó involucrando a otros policías al proceso de investigación, sin embargo, por el delito de tortura, la condena aumentó de 228 meses a 240. Tanto la Procuraduría y las víctimas estuvieron al tanto del preacuerdo.
Además de la condena, el patrullero se comprometió a realizar un acto de perdón público a la familia de la víctima y a la Policía Nacional, ya que los hechos se dieron mientras prestaba servicio público. Lloreda admitirá que golpeó, torturó y sometió a Javier Ordóñez esa noche, además de reconocer que este se encontraba en un estado de indefensión por estar bajo los efectos del alcohol.
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