Luego de una semana de relativa calma, en la noche del 7 de julio se presentaron distintas alteraciones al orden público en la capital de la República.
Las localidades de Suba y Usme protagonizaron choques entre manifestantes y Esmad después de jornadas de manifestaciones con eventos culturales durante horas de la tarde.
Los incidentes se presentaron después de las 7:00 p.m. con bloqueos que afectaron el derecho a la movilidad de la ciudadanía, intentonas contra portales de Transmilenio, afectaciones a buses que cubrían rutas en barrios y un intento de secuestro a un vehículo SITP, que no causó víctimas.
Bloqueo a vías
En la localidad de Suba, a la altura del cruce de la calle 100 con Avenida Cali, se presentó un bloqueo realizado por manifestantes que derivó en enfrentamiento con la Fuerza Pública.
Este punto de la ciudad se ha caracterizado por este tipo de bloqueos, cuyo impacto repercute tanto en la localidad como en el desplazamiento hacia el norte de la capital de la República.
Las autoridades policiales reportaron un número de 130 manifestantes en este sitio.
En la localidad de Usme, se informó de otro bloqueo en el denominado ‘puente de la Dignidad’, que terminó en un bloqueo sobre la avenida Caracas con calle 76 B sur en ambos sentidos de la vía.
A la salida de Bogotá, en Yomasa y en el CAI Olarte, ocurrió un tercero de estos taponamientos que fue realizado por 40 personas que cerraron el paso a tractocamiones que hacen su ingreso a la capital.
Vandalismo contra vehículos del SITP
De nuevo en la localidad de Usme, se presentaron actos vandálicos contra cuatro buses del SITP, lo que obligó la presencia del Escuadrón Móvil Anti Disturbios (ESMAD) para evitar que los vehículos fueran incinerados.
En una transmisión de la PONAL se aprecia cómo una intentona de secuestro no se concretó gracias a la oportuna reacción del conductor que logró evitar que el vehículo fuera asaltado por los delincuentes.
Ataque al portal Suba
De otra parte, fue reportado un ataque a las instalaciones de Transmilenio en Suba, que desató fuertes enfrentamientos entre encapuchados y agentes del ESMAD entre las 11:00 p.m. y la medianoche.
En dicho punto de la ciudad hizo presencia la Personería de Bogotá con el fin de promover el diálogo entre partes, así como garantizar los derechos de los manifestantes, pero la escalada de violencia obligó a que la Fuerza Pública interviniera para prevenir daños y vandalismo contra las viviendas y la comunidad.
Pese a esto, fueron residentes de la zona quienes acudieron a Twitter para informar de daños a sus propiedades como resultado de los choques.
Ante esta situación, el brigadier general, Eliécer Camacho, director de la Policía Metropolitana de Bogotá, realizó una declaración en la madrugada del 8 de junio.
El oficial brindó parte de tranquilidad luego de los eventos de la noche anterior así como realizó un balance parcial de los enfrentamientos entre las autoridades y los vándalos:
“Teniendo en cuenta que algunas personas estaban realizando actos delincuenciales contra el transporte público, en Usme tuvimos la afectación de cuatro vehículos del transporte masivo que estos delincuentes pretendían incinerar y les causaron algunas afectaciones. Gracias a la intervención de los miembros de la Policía Nacional se logró evitar su incineración”.
Cabe destacar que los eventos ocurrieron a menos de 24 horas de la presentación del informe de la CIDH sobre el desempeño de la Fuerza Pública durante el extenso estallido social que vivió el país en los pasados meses de abril a junio.