Cinco destinos naturales en Colombia que parecen sacados de ciencia ficción

La diversa geografía colombiana permite que en el país proliferen distintos escenarios en ecosistemas desérticos, fluviales, montañosos, selváticos, entre otros, dignos de protagonizar historias fantásticas que parecerían sacadas de un libro de ciencia ficción.

En estos destinos, el ecoturismo permite que el viajero conozca el lugar bajo un concepto de turismo consciente que busca preservar estas maravillas que tienen al país como hogar. A continuación recogemos algunas de ellas:

En este departamento ubicado en la Región Amazonia de Colombia se puede disfrutar de los cerros de Mavecure, además de conocer las comunidades indígenas que habitan la zona y apreciar hermosos paisajes de selva y sabana.

“Desde su cúspide (cerros de Mavecure) nos ofrecen el mejor amanecer, dándonos el testimonio de este refugio biológico, de esta selva amazónica, un epicentro de costumbres indígenas y sabiduría ancestral, una tierra mística que cuenta historias, que ofrece vida y que invita a la tranquilidad y el silencio”, asegura la agencia de viajes Awake Travel en su portal web.

Guainía hace parte de “la mayor reserva fluvial y ecológica del mundo”, haciendo alarde del significado de su nombre: ‘territorio de muchas aguas’.

Esta impresionante cascada de agua caliente que emerge de la montaña queda en el Complejo Volcánico Doña Juana, que se conforma por tres volcanes llenos de belleza natura: Doña Juana, Ánimas y Petacas. Las aguas termales están precisamente en el municipio de La Cruz, Nariño, un paraíso natural donde proliferan selvas vírgenes y hermosas cascadas.

Este departamento de la Región Amazonia colombiana conserva a 47 kms de San José del Guaviare una joya arqueológica en la serranía La Lindosa y que remontan de la época precolombina; es decir, el mural de 1.200 mts de alto fue pintando por los pueblos indígenas originales hace 7.250 años.

“Este es un sitio sagrado que nos dejaron los antepasados. Ellos eran muy espirituales y lo que vivían lo transformaban en las pinturas. Hace 25 años, un incendio quemó toda la cordillera y las rocas se fueron cayendo por pedazos y el humo borró algunas de las figuras”, contó en El Tiempo Víctor Caicedo, habitante de la vereda hace 48 años.

Esta área protegida, ubicada en el municipio de la Playa de Belén, departamento del Norte de Santander, reabrió sus puertas al público este año, luego de permanecer 10 años cerrada.

Los visitantes pueden recorrer 1.400 metros del sendero Piritama, que permite observar cientos de aves y más de 300 especies de mariposas relacionadas con el ecosistema de bosque subandino. Asimismo, están disponibles para el recorrido 800 metros de los senderos el Origen y Ciudad Perdida, para disfrutar del avistamiento de aves, de las especies relacionadas con el bosque seco y de las geoformaciones de apariencia fantástica esculpidas por la erosión de la piedra rojiza.

Este hermoso paraje, ubicado a 20 minutos de Valledupar, por la vía Río Seco, es una de las maravillas naturales que conserva este departamento de la Región Caribe. Un complejo hídrico en medio de una finca tradicional, al que se puede llegar a pie por un camino rural que termina con un refrescante baño en sus aguas emergidas desde la tierra y que encontró hogar en medio de las piedras de las montañas.

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