A poco menos de dos semanas del ataque contra el helicóptero en el que se movilizaba el presidente de Colombia, Iván Duque, registrado en horas del a tarde del 25 de junio en inmediaciones del aeropuerto de Cúcuta, las autoridades colombianas comenzaron a presentar los primeros resultados de la investigación adelantada para identificar y capturar a los culpables.
De acuerdo con lo descubierto por el equipo especial de investigaciones asignado al caso por la Fiscalía General de la Nación, el ataque habría sido perpetrado por miembros de las disidencias de las Farc, pertenecientes al Frente 33, en alianza con insurgentes del Ejército Nacional de Liberación. Sin embargo, estos no serían los autores intelectuales del atentado, sino agentes contratados por un tercero para perpetrarlo.
En ese sentido, Noticias Caracol informó que dicho anónimo habría encomendado a Carlos Eduardo García Téllez, alias ‘Andrey’, quien funge como segundo cabecilla del frente 33 de las disidencias de las Farc, con la tarea de planear y dar la orden para lanzar el ataque contra el helicóptero Black Hawk en el que regresaba el primer mandatario tras su visita al municipio de Sardinata, también en Norte de Santander.
A la par, ‘Andrey’ se habría apoyado en Robinson Navarro Flores, alias ‘Alfred’, miembro del frente de guerra Nororiental del ELN, para generar un intercambio de recursos y esfuerzos que permitieran distraer la atención de las autoridades y facilitar todo lo necesario para abrir fuego mientras la aeronave sobrevolaba el aeropuerto cucuteño.
Se sabe, entonces, que el Frente 33 proporcionó un número indeterminado de automóviles y una motocicleta para que ‘Alfred’ se encargara de transportar a un grupo de seis hombres, sin identificación, más allá de los dos retratos hablados difundidos por la Policía, hasta el barrio La Conquista para que dispararan contra el helicóptero, con fusiles entregados por el ELN y marcados por las Fuerzas Armadas de Venezuela.
Las armas, inicialmente dos que han sido halladas por la Policía, fueron abandonadas inmediatamente para evitar que los culpables fueran sorprendidos portándolas en medio de los operativos de búsqueda adelantados inmediatamente después del ataque, por parte de dicha institución y el Ejército Nacional. Tras esto, los hombres habrían tomado rumbo hacia Venezuela, apoyándose en el frente de guerra Nororiental del ELN que, de acuerdo con inteligencia colombiana, se esconde en ese país.
Estos detalles se suman a otros ya revelados por las autoridades la semana pasada, como el hallazgo de los dos fusiles (un AK-47 y un 7-62 con marcas de las Fuerzas Armadas de Venezuela), cinco proveedores y 20 vainillas a 1.2 kilómetros de la cabecera de la pista del aeropuerto de Cúcuta. De igual forma, se determinó que el primero de estos disparó seis balas, mientras que el segundo soltó 14.
“Se ha realizado genética forense en balística y dactiloscopia, se logró identificar que el fusil FAL es un fusil de origen belga, ensamblado, lo que se ha recaudado con organismos internacionales, en Venezuela. El fusil AK 47 es un fusil kalashnikov fabricado en Alemania oriental, las pruebas balísticas están siendo realizadas”, explicó al respecto el director de la Policía Nacional, general Jorge Luis Vargas.
De igual forma, señaló que, “hoy se permite informar a la ciudadanía y esperamos que a partir de estos retratos hablados, que fueron realizados con todas las técnicas judiciales, dentro del programa metodológico diseñado entre la Fiscalía General de la Nación y la Policía Nacional, para lograr identificar e individualizar a las personas a las cuales se les ha hecho estos retratos hablados”.
Por información que permita dar con el paradero de estos dos hombres, aparentemente jóvenes, quienes habrían realizado los disparos, las autoridades ofrecen hasta 3.000 millones de pesos de recompensa.
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