Una deuda de casi 400 millones de pesos tiene a la científica chocoana, Bonnie Prado, bajo alerta, desde el 2018. A sus 35 años, la doctora en Astrodinámica y aplicaciones espaciales está atada a Colfuturo, entidad que financió el 25% de sus estudios años atrás. Hoy, la experta en rastrear los satélites que orbitan más cerca de la Tierra, le pide al Gobierno colombiano comportarse como un impulsador de la ciencia y de la educación, y no como un banco, pues el valor total del dinero que adquirió para sus estudios aumentó de manera exagerada, según ella, por los intereses que le impuso su prestamista.
Para Bonnie es inentendible cómo no tiene deudas con Estados Unidos, país en el que es extranjera, y nación que le cubrió el 75% de sus gastos, y cómo sí tiene una millonaria deuda con su país de origen, por un valor mucho más alto del que solicitó inicialmente.
Todo comenzó en el año 2014, cuando Bonnie gestionó un crédito beca con Colciencias, institución reconocida ahora como el Ministerio de Ciencia, según le contó a Noticias Caracol, medio de comunicación que relató la historia de la científica. Prado solicitó el dinero suficiente para cubrir los gastos de una cuarta parte de su doctorado que, según sus planes iniciales, terminaría en el 2018. Esa fecha propuesta no terminó resultando, pues Bonnie, además de tener problemas con el desarrollo de su proyecto de investigación, se enfermó: cayó en una profunda depresión.
Estas circunstancias llevaron a que la científica no pudiera seguir cubriendo la deuda. En el 2018, en busca de respuestas sobre la falta de pago, Colfuturo, compañía encargada de desembolsar los recursos para cubrir el crédito beca con Colciencias, la buscó para tener explicaciones respecto a los pagos que no se habían efectuado. La entidad le explicó que si quería continuar con la financiación de aquel dinero, tenía que enviarles una carta, firmada por la directora de investigación en la Universidad de Purdue, en donde ella estudiaba, en la que se justificarán las razones por las cuales habían demoras para finalizar su doctorado.
En respuesta, la científica envió una carta de esa institución académica en donde se certificaba que ella se graduaría en el 2020, sin embargo, ese no era el papel que se le estaba solicitando. A Bonnie se le otorgó un nuevo plazo de dos meses más para enviar el documento firmado por la directora, pero ese papel nunca se entregó. Colfuturo, entonces, le notificó que su beca crédito ya no era condonable y que ahora debía pagar su deuda que, con intereses, ascendía a los casi 400 millones de pesos.
“Son casi dos años de intereses, casi 85 millones de pesos en intereses en este momento por 25% de financiación que ellos me dieron, porque la financiación que ellos me dieron fue el 25%, el otro 75% me lo dio este país que es adoptado, o sea, el 75% de mi doctorado me lo dio Estados Unidos y yo a Estados Unidos no le debo un peso”, explicó Bonnie en su diálogo con ese noticiero.
Bonnie, al enterarse de la millonaria suma de dinero bajo su nombre, y tras recuperarse del cuadro de depresión en el que cayó, se graduó en diciembre del 2020, y la profesora Howell, de quien Colfuturo exigía una carta firmada, envió un comunicado a esa entidad en donde escribió: “(…) dedicó mucho tiempo a crear las herramientas y los conocimientos necesarios para completar con éxito su trabajo de investigación. Además, cambió varias veces la dirección de sus proyectos de investigación (...) determiné que cada ajuste era conveniente para ella y contribuiría en su éxito a largo plazo. Cabe destacar que en múltiples ocasiones los asuntos personales de Bonnie también afectaron sus estudios y su fecha de graduación”.
Este documento no fue aceptado por Colfuturo, pues, estaba siendo entregado a deshoras. En caso de que recibieran ese papel como válido, explicó la entidad, se violaría el derecho a la igualdad de los demás 8.500 becarios. La viceministra de Ciencia, Ana María Aljure, aseguró que en el 98% de los estudiantes de doctorado que son financiados por el Gobierno Nacional no tienen que pagar un solo peso debido a que cumplen con todos los requisitos que se le exigen, cosa que Bonnie no hizo en su momento al no entregar el documento que se le solicitó.
“Cuando estamos al frente de dineros públicos hay que tener una rigurosidad y lo mínimo que nosotros pedimos a los beneficiarios es que cumplan con esos reglamentos, así como lo hacen absolutamente todos (...) le dejamos aquí las puertas abiertas de que si ella tiene los documentos, los soportes para que nos explique cuáles fueron las razones por las cuales ella no pudo continuar con su doctorado y cumplirlo a tiempo (…) que nos la certifique y nosotros con mucho gusto las vamos a revisar y tomaremos las decisiones a las que hubiere lugar”, destacó Aljure.
Los plazos que tiene Bonnie para cancelar la deuda ascienden a los 15 años, de acuerdo con Constanza Londoño, vocera de Colfuturo. “a diferencia de un banco, pues a los 180 días te llevan a cobro jurídico, nosotros ya llevamos 30 meses esperando que la doctora Prado normalice el estado de su crédito (...) y de esta forma que nosotros podamos recaudar ese recurso, hacer el traslado a la nación y que ojalá otro colombiano, así como ella pueda adelantar sus estudios de doctorado”. Bonnie, y su abogado, le piden al Gobierno Nacional buscar formas para que esto no se repita, y que empiece a funcionar como un impulsador de educación y no como un banco.
“Es muy bacano como yo aquí desde Estados Unidos recibí tanto apoyo y tanta gente que quería contratarme porque no hay mucha gente que hace lo que nosotros hacemos, y de Colombia solo era: ‘paga, paga, tú tienes que pagar’. Horrible, horrible”, concluyó.
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