A escombros y una gran nube de polvo quedó reducido el edificio del Centro Administrativo Nacional (CAN) donde funcionaban las oficinas del Ministerio de Defensa en Bogotá, luego de una implosión que se realizó este domingo sobre las 10:00 de la mañana.
Según el historiador Ramiro Ariza Picón, en 1954 el gobierno de Gustavo Rojas Pinilla inició la construcción del CAN como un articulado alrededor de un Palacio Presidencial con simbolismo militar, pero tras la caída de su administración, el despacho del jefe de estado fue demolido y se realizó una edificación diferente a la original.
La idea inicial era dejar de arrendar oficinas para las dependencias del Estado y agrupar en un espacio más moderno a varias de las entidades gubernamentales, además se pretendía como el símbolo del urbanismo.
Allí funcionaron varias dependencias del Gobierno, pero según la Agencia Virgilio Barco, el proyecto no logró su cometido, pues tras cambiar el plan original se construyeron otros 66 edificios que terminaron sin conexión funcional y estética, a lo que se agregó en 1998 que no eran sismorresistentes.
Así, finalmente en 2017 se aprobó el proyecto Ciudad CAN que promete intervenir “48,8 hectáreas que incluyen, además de edificaciones institucionales, la incorporación de nuevos usos como comercio, vivienda, servicios, espacios verdes, un centro de atención al ciudadano, zonas peatonales, todos integrados al sistema de transporte público, lo que representa una oportunidad de desarrollo urbanístico, competitividad y mejoramiento de la calidad de vida de quienes frecuentan y viven en la zona”.
Para darle paso a ese megaproyecto se realizó la demolición del edificio, durante la mañana de este domingo, para lo cual Transmilenio dejó de funcionar por la Calle 26 para desalojar el tránsito de la zona durante la implosión. Sobre las 10:00 am. se inició una alarma en el sector que anunciaba el inicio de las operaciones.
Las autoridades avisaron a los residentes que se trataba de una medida del procedimiento, más no de una emergencia. Durante varios intervalos se activó el sonido, hasta que una chispa controlada detonó los 423 kilogramos de explosivos empleados para demoler 74.260 metros cuadrados de las antiguas instalaciones.
En cuestión de segundos el antiguo edificio del Ministerio de Defensa quedó reducido a escombros y una espesa nube de tierra cubrió el terreno del CAN desplazándose, por el viento, hacia el occidente de la ciudad. Al caer, los espectadores militares y del Ministerio celebraron con un Ajúa, tradicional del Ejército.
Transmilenio, así mismo, informó una hora después de la implosión que el servicio de transporte en la Calle 26 retoma la normalidad para los pasajeros que requieran hacer uso de ese corredor.
La decisión de desaparecer esta estructura también se basó en que ingenieros militares, en su momento, hicieron una detallada revisión de la estructura, tras lo cual y con base en análisis técnicos, se llegó a la conclusión de que la implosión constituye el procedimiento más adecuado para no poner en riesgo las construcciones en la zona y evitar afectaciones al medio ambiente.
Esta no es la primera demolición a esta estructura pues la primera se dio el 19 de noviembre de 2017 y tuvo la presencia del entonces presidente Juan Manuel Santos y el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa. También acudieron ministros, secretarios y servidores de ambos gobiernos. En ese momento, el exmandatario distrital firmó el decreto que adopta el plan parcial de renovación, que le daría al proyecto adelantado en el CAN, la suma de siete billones de pesos.
El plan de renovación implica intervenir la mayoría de las instalaciones gubernamentales y administrativas que se encuentra en esos predios del CAN, que pretende destinar el 59% de las 48,8 hectáreas comprendidas en el proyecto a uso dotacional (845.000 m2), el 28% está destinado a uso residencial (2.660 unidades de vivienda), y el 13% (183 mil m2) se destinará a uso comercial y de servicio.
SEGUIR LEYENDO: