Cuenta una leyenda que un día, después de naufragar, unos marineros fenicios utilizaron un bloque de natrón, un carbonato de sodio usado para fabricar jabón, y apoyaron allí sus ollas sobre el fuego. Mientras las llamas ardían, el natrón se derritió en la arena y se fusionaron juntos gracias a las altas temperaturas. A la mañana siguiente, encontraron una placa de vidrio endurecido y tras su rescate enseñaron a otras personas a fabricarlo.
Desde ese momento, aquel material sólido se convirtió en uno de los más importantes descubrimientos de la humanidad y ahora hace parte de ventanas, botellas, vitrinas de tiendas, floreros y miles de elementos de nuestra cotidianidad.
Tiempo después, el vidrio ya no sería solo un simple cristal incoloro, sino que estaría impregnado con pigmentos que convertirían piezas sencillas en objetos de lujo y más adelante en una nueva expresión artística.
Las mezclas, los colores que resaltan bajo los rayos de luz, los mosaicos, y además el juego entre el diseño, el reflejo y el arte, fueron algunos de los factores que hicieron que el artista bumangués Daniel Castillo se enamorara de técnica del vitral hace más de 30.
Las placas de vidrio que unos marineros inventaron de forma sorpresiva hace miles de años, hoy son usados por este artesano, quien además de perfeccionar su técnica día a día, está nominado a los premios de diseño, arte y arquitectura Codaworx Awards 2021 por los vitrales que realizó en la Catedral Santo Eccehomo de Valledupar.
“Diseñar vidrieras para una Catedral es un privilegio y un verdadero desafío, entonces el objetivo al principio era montar un proyecto completo como parte integral de la Catedral más moderna de toda Colombia. El primer objetivo fue crear un diseño con significado litúrgico y al mismo tiempo ser parte de la arquitectura del lugar”, contó el artista a Vanguardia.
Aunque inicio en las artes siendo autodidacta, tomó algunas lecciones de vitrales en Bogotá y se formó en una escuela de Caracas, Venezuela. Después, a través de los viajes que realizaba cantando en un coro, averiguaba sobre el vidrio y poco a poco fue puliendo su conocimiento.
En diálogo con La Hora del Regreso de Caracol Radio, Daniel Castillo contó cómo fue el proceso para que le aprobaran el proyecto de la intervención de la Catedral y el proceso de montaje.
Yo llevo 33 años trabajando con vidrio. Empecé de una manera muy incipiente, aprendiendo con los laboratorios de Artesanías de Colombia. Cuando viajé a Canadá pude perfeccionar mis técnicas y allá gané varios concursos de esculturas de arte público. Luego volví al país y les dije que me permitieran presentar una propuesta, porque merecía una oportunidad y me la gané, dijo en la emisora.
Sobre la realización de la obra explicó que, junto con su equipo, duró aproximadamente 14 meses haciendo los vitrales para la Catedral Santo Eccehomo, ubicada en la capital del departamento del Cesar. “Yo tengo un asistente que me acompaña hace casi 20 años y a parte de eso otras ocho personas trabajando conmigo en dos talleres, uno en Valledupar y otro en Bucaramanga, entonces así pude coordinar y cumplí con semejante proyecto tan grande”, aseguró en Caracol Radio.
Castillo explicó en La Vanguardia que una de las inspiraciones para cada vitral fueron los ríos que rodean la ciudad del Caribe. “Ese fue mi primer eslabón para empezar a dar vida al proyecto: el agua. Agua en el lenguaje litúrgico significa la forma en que la religión comienza la vida a través del bautismo y este hecho comienza con la primera ventana de la fachada principal agregada al diseño arquitectónico de la vida de Cristo hacia la cruz, ya que la gente puede ver el camino ascendente hacia en la fachada; el agua está presente en todas las ventanas”.
Con miras al premio mayor
Respecto al concurso internacional, el artista explicó que en este “se presentan los mejores proyectos de arte, arquitectura y diseño y son proyectos de todo el mundo. Este año se postularon cerca de 400 y el jurado escogió 100 de los que consideraron más convenientes”. y uno de esos cien es el realizado en la Catedral Santo Eccehomo de Valledupar.
Además del veredicto de los jurados, las personas de todo el mundo tuvieron acceso a las votaciones que cerraron el pasado 30 de junio en la página web de los premios. Ahora se está a la espera de conocer el resultado final el próximo 30 de agosto, para saber si el colombiano logró conquistar los ojos de los jurados así como ha llegado a ser reconocido en galerías, museos y espacios públicos en Inglaterra, Estados Unidos y Venezuela.
En declaraciones recogidas por Artesanos de Colombia, Daniel aseguró que, “si tuviera la oportunidad de vivir otra vida, pediría que de nuevo fuera a través del vidrio, porque la conexión con mi ser está total y absolutamente fundamentada en la creación de pequeños, medianos y grandes objetos con este material; la conexión siempre será haciendo lo que yo llamo música para los ojos… a través del vidrio”.
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