Las autoridades de Ibagué confirmaron en la tarde de este viernes 2 de julio la captura del reconocido sacerdote local Freddy Martínez, quien celebraba el primer domingo de cada mes unas “misas de sanación” en la iglesia del corregimiento Villa Restrepo, en zona rural de esa ciudad, cerca al nevado del Tolima. Se le acusa de haber abusado de mujeres que se le acercaban buscando ayuda.
Contra el sacerdote de 50 años pesan en este momento al menos 10 denuncias de feligreses que le acusan de haberse aprovechado de sus supuestas capacidades curativas para abusar sexualmente de sus víctimas. Sin embargo, por el momento son pocos los detalles que se conocen al respecto, más allá del hecho de que fue retenido esta tarde por agentes del CTI de la Fiscalía General de la Nación, mientras se encontraba en el sector de El Vergel.
Según trascendió, Martínez ya fue trasladado hacia el bunker del ente investigador en esa ciudad, ubicado en la zona industrial El Papayo, y se encuentra a la espera de ser presentado ante un juez de control de garantías que se encargará de legalizar la captura en su contra e iniciar el proceso judicial necesario para esclarecer los hechos de abuso, dados a conocer inicialmente a través de redes sociales.
De acuerdo con el diario local El Cronista, las denuncias se conocían desde hace ya varios meses y habían llegado hasta la Arquidiócesis de Ibagué, que más que tomar cartas en el asunto habría tratado de enterrar los hechos. Así lo demostraría un comunicado difundido por ese medio y firmado por dicha institución, en el que se pide a los demás miembros de la iglesia de la capital del Tolima manejar la situación con suma prudencia.
“Ustedes están enterados de la situación que vive nuestro hermano sacerdote, padre José Freddy Martínez Cruz; y como es propio de estos casos la autoridad competente ha procedido a la suspensión ‘Ad Cautelam’ según el derecho canónico. Como comprenderán el Arzobispo no debe pronunciarse al respecto por ahora”, reza la misiva que al parecer tiene unos tres meses de enviada.
En la misma, invitan a los miembros de la congregación a “redoblar las virtudes de la oración, la caridad y la prudencia”, sugiriendo que lo que se busca es proteger tanto al padre como a “todas las personas involucradas”, es decir sus víctimas, mientras se adelantan las investigaciones pertinentes. También solicitan que el comunicado en cuestión no salga a la luz pública.
No obstante, las denuncias llegaron hasta la Fiscalía una vez que siete mujeres de distintas edades y grupos sociales lograron recoger el valor necesario para contar lo sucedido. Según recoge la emisora Ecos del Combeima, el ente investigador decidió tomar cartas en el asunto una vez se identificaron similitudes entre los relatos de las demandantes. Desde entonces, han aparecido tres testimonios más y las autoridades continúan a la espera de que más víctimas se presenten a contar sus historias.
Según el periódico ibaguereño El Nuevo Día, el padre Martínez había comenzado a acaparar fama en la región desde 2002, meses antes de ordenarse, cuando descubrió sus capacidades sanadoras. La primera en recuperarse, luego de que este oficiara una misa en su nombre, habría sido su madre, quien sufría de cáncer. Durante el rito, aseguró en una entrevista concedida a El Tiempo, “le puse las manos en la cabeza y se desmayó. Milagrosamente desde ese momento se curó”.
De acuerdo con el último reporte de Medicina Legal, sólo entre enero y mayo de este año se han registrado en Colombia un total de 7.991 casos de violencia sexual, de los cuales 6.945 han sido perpetrados en contra de mujeres. Del total, 461 se registraron en el departamento del Tolima.
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