Tras caer accidentalmente a una piscina, dos niñas, de uno y dos años, murieron ahogadas en Ibagué

En la tarde del pasado jueves, primero de julio, ocurrió un lamentable hecho que tiene de luto a una familia entera en Ibagué, departamento del Tolima. Dos niñas, de uno y dos años de edad, llegaron a la Unidad de Salud de Ibagué (USI) del barrio El Salado ahogadas tras haber caído accidentalmente a la piscina de una finca restaurante.

La abuela de las menores trabajaban cuidando la propiedad y, al mismo tiempo, se encontraba supervisando a las menores. En un descuido, las hermanas cayeron al agua y se ahogaron posterior a la inmersión.

Al darse cuenta, los familiares de las menores de edad fueron trasladadas al centro asistencial en el norte de la capital del Tolima. Sin embargo, según Ecos del Cobeima, llegaron al mismo sin signos vitales. De acuerdo con el medio local, las autoridades fueron alertadas tras la muerte de las pequeñas.

Personal de la Policía Metropolitana de Ibagué y la Seccional de Investigación Criminal (Sijin) se desplazó hasta el lugar de los hechos para corroborar la causa de muerte de ambas menores. En el momento, la investigación continúa para determinar si la piscina contaba con todas las medidas de seguridad regentes en la ley para evitar este tipo de tragedias.

Frente a esto, la Secretaría de Ambiente y Gestión del Riesgo de la Alcaldía de Ibagué reportó la muerte de las menores y César Gutiérrez, líder de la cartera, lamentó los hechos que resultaron en tragedia.

“Tenemos información de la pérdida de la vida de las dos menores en la piscina de un restaurante, muy cerca de El País. Al parecer en un descuido las menores salieron a la piscina y pues perdieron la vida. Cuando las sacaron las niñas ya habían fallecido”, indicó el funcionario, según el reporte de RCN Radio.

Tal como indica la línea de investigación de las autoridades, esto es una señal de alerta frente a las posibles faltas a medidas de seguridad en piscinas públicas y privadas. “Deben cumplir la Ley 1209 de 2008 que contempla las actividades que deben realizar como el cerramiento, tener puertas de ingreso, flotadores a la mano y cuando hay servicio al público que haya salvavidas, también botiquín y una camilla, entre otros”, añadió el funcionario.

Otra tragedia en Barranquilla

Fernando, un menor de 11 años que vivía en el barrio Evaristo Sourdis, en el sur de Barranquilla, fue hallado muerto en su vivienda con múltiples golpes en su cuerpo y una herida abierta en la cabeza. Según las autoridades, el niño habría fallecido el pasado 28 de junio y se dio con su cadáver porque su familia materna notó su ausencia durante sus acostumbradas cenas junto a su abuelo.

Luis Sequeda, su tío, dio con su cuerpo sin vida. “Será una imagen que jamás voy a olvidar en mi vida”, indicó a El Heraldo. De acuerdo con su testimonio, al intentar llamar la atención de quienes viven en la casa, el hombre no recibió respuesta. Por esto, optó por utilizar las llaves de la casa que tenía en su poder.

Al ver que no había nada en la cocina, se movilizó hasta el primer cuarto de la vivienda, en el cual vio al menor de 11 años tendido en el suelo entre dos camas, lleno de sangre y cubierto por una sábana. Lo que más impactó a su familiar fue la gran herida abierta que tenía en su frente y el olor que emanaba la cama en la que dormía el niño.

Javier Segundo Fernández Hernández, padrastro del menor y quien se encontraba a cargo de su cuidado mientras la madre trabaja en Bogotá, está siendo buscado por las autoridades y ya cuenta con una orden de captura en su contra por el asesinato del menor. El miércoles, la Fiscalía 11 Especializada expidió el documento con el que se haría efectiva la detención de la pareja de la madre de Fernando. El delito por el que se le señaló es homicidio agravado.

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