En Colombia se registró el homicidio de otro líder social con el que se llega a la escabrosa cifra de 83 de estas personas en el país, de acuerdo con los datos que lleva el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz). La víctima en este caso fue Danilo Torres quien era el representante legal de Consejo Comunitario Manos Unidas en el río Patía.
En la emisora RCN Radio informaron que el crimen ocurrió el pasado lunes 28 de junio en el municipio de Magüí Payán (Nariño), dos días después de que se reportara el secuestro del dirigente afro, de acuerdo con las primeras versiones, a manos de uno de los grupos armados ilegales que delinque en esa zona del suroccidente colombiano.
La comunidad señaló en el medio radial que Torres fue raptado por alias Diego, quien se señala es uno de los integrantes de las autodenominadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia. El secuestro se perpetró en la vereda de San Luis, en Magüí, pese a que al parecer había presencia de la Fuerza Pública en esa zona del municipio.
En RCN Radio también reseñaron que uno de los hermanos de Torres también fue secuestrado y asesinado el pasado domingo, y al siguiente día asesinaron al líder afro. Una completa tragedia según los habitantes del municipio, ya que a inicios de este mes fue también ultimado otro de los hermanos de Torres, tras un combate que ocurrió en esa zona.
En el periódico El Tiempo habló el alcalde de ese municipio nariñense, Alejandro Juvenal Quiñonez, quien envió sus condolencias a la familia y condenó el crimen del líder afro.
“Expresamos nuestro más enérgico rechazo, condena e indignación por los hechos que le costaron la vida a nuestro líder comunitario. A todos sus familiares, amigos y demás allegados les enviamos nuestros más sinceros sentimientos de solidaridad y fortaleza”, afirmó el funcionario.
En ese periódico recordaron que el homicidio ocurrió a pesar de que había una alerta de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia (MAPP/OEA) por el peligro que corría la vida de Torres.
“Manifestamos profunda preocupación y alerta por la situación de seguridad de los liderazgos étnicos territoriales en los municipios de Roberto Payán y Maguí Payán, en especial de Danilo Torres y Edwin Quiñonez, representantes de Consejos Comunitarios de la zona”, trinaron en su momento.
Este crimen fue antecedido por el de Remilda Benítez Domicó, líder social indígena en Murindó (Antioquia), quien falleció luego de entrar en un campo con minas antipersonal que fue sembrado en las inmediaciones de los asentamientos de las comunidades Embera Eyabida del resguardo río Murindó.
Junto a la mujer iba una de sus hijas de dos años, la cual sobrevivió a los impactos que le produjo la detonación del artefacto explosivo, que de acuerdo con la información que maneja Indepaz, fue instalado por integrantes del Eln.
El rescate de la menor, y del cuerpo sin vida de su madre, lo realizó una comisión que estaba conformada por autoridades y guardias indígenas quienes ingresaron hasta el campo minado.
Además de la pequeña, la líder indígena Remilda Benítez Domicó era la madre de otros cuatro menores de edad.