Colombia y Estados Unidos adelantarán un entrenamiento aéreo combinado

La Fuerza Aérea del país norteamericano ya envió hasta Rio Negro, Antioquia, un escuadrón de seis aeronaves F16 que participarán en ejercicios combinados con los Kfir colombianos.

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Aviones F16 de la Fuerza
Aviones F16 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos ya llegaron a Colombia. / FAC

La Fuerza Aérea Colombiana (FAC) confirmó este jueves 1 de julio la llegada al territorio nacional de seis aeronaves F-16 pertenecientes a la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF). Los jets se encuentran en el país como parte de la sexta versión del ejercicio internacional ‘Relámpago’, con el que ambas agencias buscan fortalecer sus capacidades de interoperatividad.

A bordo de dichos aparatos llegan los escuadrones de superioridad aérea y tripulaciones de la USAF, quienes junto a sus pares colombianos buscarán unificar lineamientos y criterios relacionados con técnicas, tácticas y procedimientos en el desarrollo de las operaciones militares, bajo los estándares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), por medio de prácticas combinadas, esta vez en el espacio aéreo colombiano.

El plan, que también busca generar un intercambio de experiencias y conocimientos adquiridos en situaciones reales, se adelantará “fortaleciendo la doctrina aeronáutica y permitiendo robustecer las capacidades para ejercer el dominio en el aire, el espacio y ciberespacio”, así como con la puesta en práctica de técnicas, tácticas y procedimientos, según informó la FAC, que confirmó su participación con las ya conocidas aeronaves tipo Kfir del Escuadrón de Combate 111.

Valga recordar que, el ejercicio aéreo internacional ‘Relámpago’ se ha realizado año tras año desde 2014, y ha contado con participantes y observadores de diferentes Fuerzas Aéreas a nivel mundial. De hecho, en 2018 y 2019 lo hicieron la Guardia Nacional de Estados Unidos y la Fuerza Aérea del mismo país; mientras que en 2020 se sumó la Fuerza Aérea Francesa con observadores.

Así las cosas, se confirmó que las aeronaves de superioridad aérea enviadas por el país norteamericano ya aterrizaron en el Comando Aéreo de Combate No. 5, ubicado en Rionegro, Antioquia, donde se espera dar inicio a los ejercicios combinados de entrenamiento durante esta y la próxima semana.

Estas no son las primeras aeronaves militares que llegan a Colombia durante 2021. También están las C-17 que arribaron a inicios de abril para cumplir tareas asignadas al transporte de carga y personal militar y civil en distintas zonas del país. De acuerdo con la información provista por la FAC, estas llegaron a la Base Militar de Tolemaida, El Dorado de Bogotá, el José María Córdova de Medellín y el Ernesto Cortissoz de Barranquilla.

Se trata de aviones de tipo carguero que desarrollan misiones de apoyo administrativo a la Embajada de Estados Unidos en Colombia y transportan de regreso a su país de origen a varios funcionarios estadounidenses. Fuentes oficiales de la Aeronáutica Civil confirmaron que además del personal, los C-17 regularmente hacen tránsito hacia Colombia y otros países vecinos, por lo que su utilización está orientada al apoyo logístico de la embajada.

A mediados de ese mes también se confirmó el paso por el territorio nacional de un Boeing RC-135W “Rivet Joint”, perteneciente a la Fuerza Aérea norteamericana. El vehículo llegó equipado con sensores que buscan detectar, identificar y geolocalizar señales en todo el espectro electromagnético, lo que básicamente se traduce en labores de interceptación comunicaciones, en este caso, entre efectivos del Ejército de Venezuela, en el estado de Apure.

En Arauca, el Boeing procedió a sobrevolar la frontera de ambos países, hacia el suroccidente de Colombia, desplazándose principalmente por los municipios de Tame, Cravo Norte y Puerto Rondón en ese departamento. En ese tiempo, anotó el portal especializado Webinfomil, se buscó conocer las capacidades de batalla electrónica del Ejército venezolano, incluyendo la detección de dispositivos como radares, sistemas de defensa aérea, señales de celular, emisoras clandestinas y otras formas de comunicación.

Con ese breve listado de operaciones, no es de extrañar que las fuerzas aéreas de ambos países insistan en la necesidad de adelantar ejercicios de entrenamiento conjunto, al menos una vez al año.

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