En Bucaramanga, capital de Santander, se apagó una vida que prometía llevar orgullos a su familia y departamento: se trata del futbolista juvenil Luis Miguel Franco, asesinado durante un hurto de celular en el sur de la ciudad.
Luis, el menor de cinco hijos, madrugó el martes, 29 de junio, para jugar un partido de fútbol con sus amigos. De acuerdo con la narración del diario local Vanguardia, el joven de 22 años fue a buscar a un amigo para caminar juntos al lugar de encuentro. Sin embargo, el compañero no contestó a la insistencia del futbolista al tocar la puerta.
A eso de las 6:30 de la mañana, Franco desistió y sacó el celular para llamar a su amigo. Sin embargo, al sacarlo, unos delincuentes pasaron por su lado dispuestos a quitarle el aparato.
El medio local narró que ambos delincuentes responsables por la muerte del joven pasaron por una carnicería momentos antes de encontrarse con el juvenil. Los sujetos, portando un arma de fuego, amenazaron a los dueños del local comercial. Según el informe, los mismos robaron cerca de 800 mil pesos y, entre otras cosas, un cuchillo de carnicería que sería el arma con la que le quitaron la vida a la promesa del fútbol.
Vanguardia asegura que, a media cuadra, se encontraron con Luis y su celular desplegado llamando a su amigo.
En el momento del robo, Luis Miguel se opuso a entregar su teléfono celular. Al ver su resistencia, los delincuentes le clavaron dos puñaladas profundas en la espalda. El diario asegura, también, que el joven salió corriendo de la escena con las graves heridas y buscó un taxi que lo llevara a la Clínica Foscal de Floridablanca.
Contrario a lo que creían los vecinos, las heridas fueron graves y, mientras era intervenido de emergencia, el menor murió a eso de las 9:30 de la mañana.
“Pedimos que se haga justicia, que haya mano dura para que agarren a los asesinos, porque es inconcebible que maten a una persona por robarle un celular. Apagaron una vida y este caso no se puede quedar impune”, expresó Luis Miguel Franco Suárez, padre del joven a Vanguardia.
Su trayectoria futbolística
El joven era reconocido en su comunidad como un apasionado del fútbol. Anteriormente, Luis Miguel perteneció a las divisiones menores del Atlético Bucaramanga, prestigioso equipo colombiano. Incluso, antes de llegar a su ciudad natal, el joven se encontraba entrenando en territorio mexicano. Sin embargo, una lesión hizo que tuviera que volver a Colombia mientras esperaba su recuperación.
“Luisito amaba el fútbol. Cuando estaba más pequeño dejaba de ir a colegio por ir a jugar. Era un buen hijo, esperaba ayudarnos más adelante, pero le cortaron las alas de una forma cruel”, comentó el padre para el periódico local.
El técnico Germán Wandurraga, quien se destacó como entrenador de la selección Santander Sub 21, habló con Blu Radio sobre el joven fallecido y lo calificó como una “promesa del fútbol en Santander”.
“Desde pequeño mostró su buen juego, comenzando en el colegio INEM donde estudio. Luego estuvo en las divisiones inferiores del Atlético Bucaramanga y también hizo parte de dos equipos que participaron en el campeonato de la cancha Marte, su sueño era jugar en el exterior”, aseveró.
De acuerdo con el entrenador santandereano, el joven tenía posibilidades de jugar en una liga en México a su regreso al país centroamericano.
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