La idea fue planteada por el Ministerio de Transporte y Planeación Nacional a través de un documento Conpes (Consejo Nacional de Política Económica y Social), que contempla una serie de recomendaciones para que el Gobierno nacional pueda superar la crisis económica que dejó la pandemia.
Considerando que muchas personas dejaron de movilizarse por el teletrabajo y teleestudio, el sistema de transporte masivo de Bogotá atraviesa inconvenientes de financiación, sumado a la congestión vehicular y a los daños que dejan hasta el momento las protestas en el marco del paro nacional de 2021.
De esa manera, para poder superar la crisis, las propuestas de la cartera de transporte contemplan hacer más sostenible el sistema instalando peajes urbanos, los cuales serían habilitados solo con una autorización del Concejo de la ciudad y sin la mediación del ministerio y cuyas tarifas se fijarían según las distancias recorridas y las características de los vehículos que transitan por las calles del Distrito Capital.
En el abanico de recomendaciones también se encuentra la petición de generar cobros por congestión y por parquear en las vías de la ciudad. Ante esa incertidumbre de no saber de dónde surgirán los fondos para financiar la movilidad pública, los particulares serían contribuyentes para poder sostener el gasto operacional de los pasajeros de bus y usuarios del sistema.
De acuerdo con lo reflejado en el documento en cuestión, el déficit del sistema en TransMilenio, considerando la diferencia entre lo que se recauda por los pasajes que pagan los usuarios frente a los costos operacionales, ya se eleva a los 2.1 billones de pesos, mientras que entre 2015 y 2019 estaba entre 500 y 800 mil millones de pesos por año.
En el programa ‘Sigue La W’, expertos en materia de movilidad analizaron por qué no es viable aumentar la tarifa de los pasajes de TransMilenio, Sitp y TransMiCable.
José Stalin Rojas, director del Observatorio de Logística y Movilidad del Centro de Investigaciones para el Desarrollo de la Universidad Nacional de Colombia, se mostró inconforme, añadiendo que este no es el momento para implementar alzas o peajes, pues los hogares colombianos están muy golpeados con la pandemia como para pagar por transitar en una vía:
Por el tamaño de la deuda, lo debe financiar el distrito. Es impensable pensar en subirle a la tarifa del transporte
Por otra parte, Darío Hidalgo, PhD experto en movilidad sostenible, argumentó en la emisora que el déficit, sumado al efecto negativo a nivel económico que dejó la pandemia, generó incertidumbre sobre la fuente de la que saldrán los recursos:
Siempre es difícil este tema porque es más fácil decir que pague otro. La verdad es que el déficit existe. En esta administración tenemos un efecto de pandemia y no se subió la tarifa a los usuarios, entonces de algún lado se debe sacar esos recursos. Se necesitan recursos permanentes para proteger el funcionamiento del sistema. Desafortunadamente hemos satanizado al transporte público
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