Nairo Quintana es, sin duda, uno de los mejores ciclistas colombianos más destacados de la historia. El boyacense ha sido el artífice de la mayoría de celebraciones en el presente siglo para el país: dos títulos en grandes vueltas: el Giro de Italia 2014 y la Vuelta a España 2016, triunfos de etapa y en la general de otras carreras (Tirreno-Adriático, Volta a Cataluña, Vuelta al País Vasco, entre otros) enmarcan una carrera exitosa.
Sin embargo, no es un secreto que a Nairo, hoy en el equipo Arkéa Samsic, le ha costado particularmente conseguir la victoria en el Tour de Francia, en el cual estará participando por octava ocasión en la presente edición. En el 2013 y 2015 fue segundo, superado en ambas oportunidades por el británico Chris Froome; mientras que en el 2016 terminó tercero, por debajo del corredor de Reino Unido (1º) y del francés Romain Bardet.
Un análisis titulado ‘Por qué es tan difícil ganar el Tour de Francia para un escalador bajo y liviano’, divulgado hace un tiempo por el portal ‘Ciclismo Internacional’, había mostrado que, a la luz de la estadística, los corredores bajos de estatura y poco pesados no tuvieron mucho éxito en la ‘Grande Boucle’.
“Para un corredor muy bajo y liviano, ganar el Tour de Francia se antoja una empresa demasiado complicada. No lo decimos por capricho, y menos manía, lo dice la historia. En cien años largos no ha habido más de un puñado de ganadores que estén por debajo de 1.72m en lo más alto del podio parisino”, explica el artículo.
Dentro de las cinco excepciones que presenta el artículo se encuentran: el francés Jean Robic (un título en 1947): 1.61 cm; el belga Lucien van Impe (un título en 1976): 1.68 cm; el español Pedro ‘Perico’ Delgado (uno en 1988): 1.71 cm; el italiano Marco Pantani (uno en 1998): 1.72 cm; y Carlos Sastre (2008): 1.72 cm.
Si bien este tipo de corredores, de menor contextura, ‘menudos’, suelen tener también un destacado rendimiento en la montaña, ello no es suficiente pensando en la variedad de situaciones que requieren ganar la ronda francesa: “El Tour es una carrera que exige excelentes condiciones versátiles y destacar no solo en la alta montaña: también en bajada, contrarreloj, a veces pavés, llano con mucho viento; factores para los que, desde luego, una anatomía liviana y baja es una desventaja evidente”.
Quintana, por ejemplo, mide 1,69 centímetros y pesa, aproximadamente, 58 kilogramos. Si comparamos esos valores físicos con los grandes ganadores del Tour de Francia, sí existe una diferencia marcada, pues ninguno de ellos mide menos de 1,74 cm. Incluso Egan Bernal, único latinoamericano de la historia en ganar la competición (2019), mide 1,75 cm.
Corredores históricos, y a su vez múltiples ganadores del Tour, sobrepasan el mencionado umbral de estatura; por citar algunos casos: el francés Jacques Anquetil (cinco títulos), medía 1.76 m y 68 kilogramos; el belga Eddy Merckx (cinco títulos): 1.82 cm y 73 kg; Bernard Hinault (1.77 cm y 71 kg; el español Miguel Induráin (cinco títulos): 1.88m y 80 kg; y finalmente, el británico Chris Froome: 1.86m y 70 kg.
Respecto al hoy corredor del Arkéa, el texto concluyó: “Quintana, en un esfuerzo solitario en llano de 40 km, así haga la contrarreloj de su vida, estaría tres minutos más lejos que el Induraín, Hinault o Froome de turno. [...] Se tienen que conjugar todas las variables a su favor para que un escalador suba a lo más alto del podio en París”.
NAIRO DESCARTA PELEAR POR EL TÍTULO ESTE AÑO:
A raíz de los problemas físicos que ha enfrentado en los últimos tiempos, Quintana manifestó al comienzo del Tour de Francia 2021 que no intentaría disputar el título: “Ha sido un año muy diferente para mí. Sobre todo por las complicaciones de salud. Me caí en el Tour de Francia y sigo arrastrando esa caída. Finalmente no estoy en condiciones de disputar la general del Tour de Francia. El equipo diversificó y trajo el objetivo con Nacer Bohuanni”.
Sin embargo, con el paso de las etapas, el propio colombiano ha expresado sentirse en buena condición, e incluso, en la segunda etapa de la carrera intentó un sorpresivo ataque al pelotón de favoritos. “Lo intenté porque vi una apertura y quise aprovecharla, pero Mathieu Van der Poel controló muy bien. Siento que cada vez estoy mejor”, dijo entonces.
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