Hombre disparó contra dos ladrones que intentaron robarlo en Bogotá

Uno de los delincuentes quedó tendido en el suelo y el otro alcanzó a escapar.

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Bogotá, 14 de marzo de 2018. Ciudad de Bogotá. (Colprensa - Álvaro Tavera)
Bogotá, 14 de marzo de 2018. Ciudad de Bogotá. (Colprensa - Álvaro Tavera)

Este 28 de junio, un hombre que se movilizaba por el sector de Chapinero disparó contra dos presuntos delincuentes que lo abordaron en moto e intentaron robarlo. Los hechos ocurrieron en la carrera 9a con calle 90.

Según la Policía Nacional, uno de los ladrones quedó tendido en el suelo, mientras que el otro escapó en la motocicleta. Hombres de la Policía del CAI más cercano llegaron al lugar para atender al delincuente que resultó herido.

El asaltante que logró escapar fue interceptado por uniformados que hacen parte del esquema de seguridad del concejal Samir Abisambra en la calle 85 con carrera 7. Los presuntos ladrones fueron llevados hasta la Clínica Country, donde uno se encuentra en estado crítico.

En un video de cámaras que circula en redes sociales se pude ver al hombre que disparó contra los presuntos asaltantes y el momento en el que hiere a uno. La persona con el arma de fuego no ha sido ubicada y es clave para que se interponga una denuncia en contra de los delincuentes, quienes podrían quedar en libertad luego de recuperarse de las heridas.

Hugo Acero, secretario de Seguridad de la Alcaldía de Bogotá, dijo que, “entre el 2020 y lo que va corrido del año se han logrado incautar más de 224 mil armas blancas, más de 1.500 armas traumáticas y más de 1.900 armas de fuego”

Cifras de la Secretaría de Seguridad aseguran que el 60 % de los homicidios en la capital de la República se cometen con arma de fuego, el 33 % con armas blancas y el 7 % con elementos contundentes, mientras el 25 % de los hurtos son realizados con armas blancas, el 14 % de fuego y el 5 % con arma contundente.

La historia de personas que se defienden de los ladrones con armas de fuego se repiten muy a menudo en Bogotá. Pero este tipo de actuaciones puede traer consecuencias graves a quienes disparan amparados en la legítima defensa.

Uno de los delincuentes quedó tendido en el suelo y el otro alcanzó a escapar.

El caso de Fernando Amaya es uno de esos. De acuerdo con su relato en Noticias Caracol, un ladrón que presuntamente ingresó a una vivienda en el noroccidente de la capital colombiana fue herido por este al escuchar unos ruidos muy fuertes al interior del inmueble.

“Ese día hacia las seis de la tarde, estaba solo en la casa en mi cuarto en el segundo piso, cuando oigo unos ruidos que me llamaron la atención, pongo cuidado y me asomo por las escaleras para bajar al primer piso, pienso que se está entrando”, relató el señor Amaya ante lo sucedido.

Por este motivo, el hombre tomó un arma que estaba autorizada para tenerla allí y en espera de una sesión por parte de Indumil, el hombre tomó un revólver, registrado a nombre de su padre, bajó las escaleras y disparó al intruso, ocasionándole heridas leves.

Sin embargo, las autoridades dieron inicio al proceso judicial en contra del ciudadano, quien actuó en defensa propia y ahora podría enfrentar nueve años de prisión por porte ilegal de armas.

Se genera una situación un poco caprichosa, si yo tengo el arma en mi hogar, la ley me permite dentro de un proceso administrativo hacer el trámite para que Indumil me hubiera aceptado la sesión a mi nombre, desafortunadamente ese trámite no se pudo hacer, cuando suceden los hechos me enfrento a estar en curso en delito.

Cuando el señor Amaya acude a la Policía a mostrar el arma con la cuál se habría cometido el hecho, las autoridades le hicieron ver que no contaba con el permiso correspondiente, algo que según menciona el sujeto se habría podido solucionar “con el pago de una multa”.

Las consecuencias de este lamentable acontecimiento están en la situación legal y jurídica en la que se verá envuelto el hombre que tendrá que afrontar un proceso judicial que manchará su buen nombre.

“En una situación de esas donde uno siente mucho miedo, no iba a bajar solo porque mis condiciones no son las mismas, bajo a defenderme porque me siento agredido y cuando veo al muchacho que pienso que hay más, me siento con miedo de vida o de muerte”, finalizó.

El Código Penal de Colombia, en su artículo 365, establece una pena que va de 9 a 12 años de prisión para quien “porte o tenga en un lugar armas de fuego de defensa personal” sin contar con el permiso de las autoridades.

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