El relato de Ernesto Macías, quien iba con el presidente Duque en el helicóptero baleado en Cúcuta

Aunque los pilotos aseguraron que la aeronave recibió seis impactos de bala, Macías, por la tensión del momento, sintió que fueron mas proyectiles. El atentado duró cerca de 15 segundos.

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Ernesto Macías
Ernesto Macías

El pasado viernes 25 de junio las noticias del país alertaron de un atentado armado perpetrado en contra del presidente colombiano, Iván Duque. Mientras sobrevolaba Cúcuta, en el Norte de Santander, el helicóptero en el que se movilizaba fue atacado con armas de fuego. En los hechos no se registraron daños materiales de gravedad, y ninguno de los ocupantes del vuelo resultó herido, sin embargo, Ernesto Macías, quien también acompañaba al presidente, habló de los momentos de tensión que vivió el jefe de Estado, y sus acompañantes, durante el hostigamiento que ya es materia de investigación. Para tratar de esclarecer lo sucedido, Diego Molano, ministro de Defensa colombiano, está ofreciendo hasta 3.000 millones de pesos a quien dé información de valor para dar con los culpables.

“Ofrecemos una recompensa hasta de $3.000 millones por información que permita ubicar a los responsables. Convocamos a la unión de los colombianos con la Fuerza Pública para derrotar juntos el terrorismo (...) No vamos a escatimar esfuerzos con nuestra fuerza pública hasta capturar a los responsables que han afectado y que han buscado afectar las instituciones de Colombia”, aseguró Diego Molano a través de su cuenta de Twitter.

De acuerdo con lo que comentó el senador Macías, en una entrevista con Noticias Caracol, corrían las 3:45 de la tarde de ese viernes cuando fueron alertados sobre un ataque en contra de la comitiva. A esa hora, y durante diez o quince segundos, relató Macías, se vivieron momentos de pánico. Según lo que recordó el expresidente del Congreso de Colombia, el Sikorsky UH-60 Black Hawk de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) recibió el impacto de seis balas, pero, por la tensión del ataque, aseguró que él sintió como si hubiesen sido más de seis proyectiles.

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“El gobernador de Norte de Santander me manifestó que nos estaban disparando (...) yo le pregunté a uno de los oficiales que viajaba con nosotros y me dio a entender que había que mantener la calma, que no era grave (...) así procedimos”, expresó el Ernesto Macías en su diálogo con el informativo.

Los disparos, que se presentaron a 1,2 kilómetros de la pista del aeropuerto de Cúcuta, cerca a una zona boscosa y cuatro barrios, generaron algunas afectaciones, de bajo nivel de gravedad, en el helicóptero. Los tiros, según las primeras hipótesis de las autoridades competentes, habrían provenido de sectores aledaños como La Ermita, Toledo Plata, Virgilio Barco o La Conquista.

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Macías reveló que, ante el ataque, los pilotos optaron por aterrizar bajo la condición de emergencia y así poner a la tripulación a salvo. “Cuando aterrizamos, se bajó el piloto, inspeccionó el helicóptero y, posteriormente, abrió la puerta del presidente y le informó que efectivamente el helicóptero había sido atacado. Había sido impactado en varias oportunidades. Dijo que seis, pero yo por lo menos sentí muchas más, tal vez, por el momento y, desde luego, entra la preocupación mayor porque se confirma que había sido un atentado terrorista”, agregó Macías, simpatizante e integrante del partido político Centro Democrático.

La Policía Nacional informó que luego de los hechos, y tras un rastreo en la zona para hallar pistas respecto a los culpables del atentado, se encontraron dos fusiles y municiones. El director de la Policía Nacional, general Jorge Luis Vargas, detalló que las armas estaban en el sector conocido como La Conquista. “Son un AK-47 con número de registro que ya está siendo buscado por los peritos de la Policía Nacional y de la Fiscalía, y un fusil calibre 7-62 tipo FAL con marcas de las Fuerzas Armadas de Venezuela”, comentó.

Información del periódico El Tiempo explica que el fusil AK-47 que la Policía ubicó en un lote al lado de la pista el aeropuerto Camilo Daza, de Cúcuta cuenta con un sistema de disparo de recarga accionado por gas, además, tiene la capacidad de lanzar 600 disparos por minuto y un alcance de 443 metros en modo semiautomático y 302 en automático. Por el otro lado, el fusil 7-62 FAL, con marcación de las Fuerzas Armadas de Venezuela, tiene una cadencia de tiro de 700 cartuchos por minuto, y tiene un alcance de mínimo 600 metros y un máximo de 1.860.

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