La escabrosa casa donde prostituían, secuestraban y torturaban a menores en el centro de Bogotá

“Ellos me acercaron ese soplete y nos mostraban cómo lanzaba fuego. Cuando empiezo a oler a quemado, les grito que nos dejen ir”, contó una de las víctimas.

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Bogotá, 12 de enero de
Bogotá, 12 de enero de 2018. Maltrato a la mujer. (Colprensa)

En una investigación realizada por la revista Semana, se conoció en el centro de la capital de Colombia, en la localidad de los Mártires, en las últimas horas se logró desmantelar una casa en la que torturaban y sometían a mujeres para ingresarlas al mundo de la prostitución. Según la información que logró obtener ese medio, los delincuentes tendrían complicidad de la Policía en este sector de Bogotá.

Un escenario de secuestro, tortura, tráfico de drogas, prostitución y amenazas con un soplete, era lo que tenían que vivir las mujeres que llegaban engañadas en busca de un trabajo digno a este lugar que era conocido como Dulce 24 H, el cual era producto de discordias con los vecinos del sector, quienes en varios ocasiones habían denunciado el ruido y los eventos de peleas en este centro nocturno.

Una de las secuestradas, de apenas 25 años, es la fuente que le reveló a Semana que ella esperaba trabajar en este llamado reservado, por lo que un día subió al tercer piso de esta casa, la cual en el día parece una vivienda normal, pero en las noches se convertía en una peligrosa guarida de alias el Paisa o Ángel, quien por mano propia golpeaba y torturaba a las mujeres que llegaban a este lugar. Asimismo, era el responsable de este sórdido negocio.

De acuerdo con la investigación de la revista, las víctimas eran encerradas en una habitación y mientras que alias el Paisa las golpeaba, otros dos hombres les apuntaban con un arma de fuego. Estas crueles escenas eran vigiladas por una joven de 17 años, quien fungía como proxeneta en este establecimiento.

“A mí, Ángel me pegó patadas y me decía que las cosas con ellos eran a otro precio, que me iba a arrepentir, que le entregara todo. A mi amiga le pegaron con esa pistola en el hombro”, contó una de las mujeres sometidas.

Asimismo, se conoció la historia de dos mujeres víctimas, quienes relataron que el mismo dueño de la casa les cubrió la cabeza y el torso y las empezó a rociar con lo que sería gasolina, posteriormente, este secuestrador encendió un pequeño soplete que les acercaba a la cara y al pelo y les advertía que si querían seguir con vida y tener empleo, debían entregar las claves de sus cuentas de ahorro, redes sociales y el celular.

Ante las amenazas, una de ellas se petrificó y empezó a llorar por lo que sentía una especie de ahogo, por su parte su compañera cumplió las exigencias de los torturadores y levantó la mano con su celular.

“Ellos me acercaron ese soplete y nos mostraban cómo lanzaba fuego. Cuando empiezo a oler a quemado, les grito que nos dejen ir, que ya les entregamos todo; luego me quitan una cadena, las manillas, anillos, todo lo que tenía. Nos dejaron solo con la ropa”, detalla una de las mujeres.

Casa en la que torturaban
Casa en la que torturaban a mujeres en la localidad de Los Mártires.

El lugar, al parecer funcionaba con la complicidad de las autoridades de la localidad

Todo inició cuando una de las víctimas logró escapar del lugar y recurrió a contar su tragedia a las autoridades, pero estas hicieron caso omiso a la denuncia de esta mujer. Por lo que desistió de dar a conocer su historia. Sin embargo, la historia de esta víctima es la que habría desatado el operativo, pues esta mujer quien también fue en busca de trabajo resultó en ese mismo cuarto.

Según la denuncia, estuvo por varios días en la casa hasta que lanzó un mensaje en las redes sociales, que sus amigas identificaron como una alerta de que algo andaba mal. “Ella dijo en sus redes que estaba sin celular, pero solo unas horas antes habíamos hablado; nos pareció raro y tratamos de ubicarla, pero desde que se fue para esa casa perdimos contacto”, señalaron amistades de la víctima.

“Ella corrió al CAI más cercano en Santa Isabel. Ahí, asegura, la respuesta de la Policía la revictimiza, pues los uniformados del cuadrante la invitaron a olvidarse de todo”, reveló la publicación de Semana.

En abril de este año, se conocieron denuncias de vecinos por ruido y fiestas clandestinas. Al lugar llegó la policía y el ejército irrumpieron en la vivienda, hallaron licor, estupefacientes y menores de edad, pruebas suficientes para sellar el sitio. Sin embargo, días después rompieron el sello y siguieron las fiestas.

No hubo seguimiento de los uniformados; apenas un informe de la Alcaldía de Mártires que remitieron a la Fiscalía, con las denuncias ciudadanas, pero no con los hechos narrados a Semana por las víctimas, quienes aseguraron que existe un grado de complicidad de la Policía del sector.

Las mujeres señalaron que hombres del cuadrante llegaban a este establecimiento, el cual según ellas, solo se abre tras un mensaje de WhatsApp a alias el Paisa, posteriormente estos lograban ingresar y hasta se integraban a las fiestas.

Hasta el momento, frente a estas denuncias, las autoridades no se han pronunciado.

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