De acuerdo con un nuevo reporte de la Casa Blanca de Estados Unidos, dado a conocer por medio de su Oficina de Política Nacional de Control de Drogas, que el área dedicada a los cultivos ilícitos de coca en Colombia habría crecido en cerca de un 15 por ciento durante 2020, pasando de 212.000 hectáreas en 2019 a 245.000 durante el año pasado.
Con ello, agregó la mayor autoridad del país norteamericano, también creció el potencial de producción de la pasta de cocaína, de 936 a 1.010 toneladas métricas lo que a su vez se traduce en un incremento del ocho por ciento. Con esto, agregó esa entidad, Colombia habría alcanzado cifras históricas en ambos rubros, pues superan visiblemente los indicadores de 2019, que en su momento fueron considerados como los más altos.
Al respecto, señaló que, “estas tendencias muestran la necesidad de aumentar los enfoques holísticos que combinen el desarrollo económico, una mayor presencia gubernamental y la seguridad ciudadana, la interdicción y la erradicación en áreas rurales clave para reducir la producción de cocaína de manera sostenible y construir la paz en las zonas afectadas por conflictos.”
Igualmente, la dependencia policial reconoció que parte del incremento en los cultivos ilícitos se debe a los desafíos enfrentados por Colombia durante el año pasado, concentrados principalmente en la pandemia del covid-19, que generó un mayor aislamiento en las zonas que de por sí ya se pintan lejanas del alcance de las autoridades nacionales.
Valga señalar que, las cifras contrastan ampliamente con las del censo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) difundido la semana pasada. De acuerdo con este último, en 2020 se registraron 143.000 hectáreas de coca, lo que representa una disminución de 7 por ciento frente al año anterior, cuando se detectaron 154.000 hectáreas.
Dicho argumento fue enunciado por la Presidencia de la República, que momentos después de que se conociera el informe estadounidense publicó un comunicado en el que señala que las cifras “demuestran que la lucha contra las drogas ilícitas continúa siendo un enorme desafío, en el que Colombia y Estados Unidos continuarán aunando esfuerzos como socios y aliados”.
En ese sentido, la oficina de Iván Duque anunció que los técnicos de ambos países y de las Naciones Unidas las revisarán para identificar aquellos criterios metodológicos necesarios para armonizar para el próximo ciclo de medición; y recordó que el manejo de los cultivos ilícitos tuvo un buen 2020, logrando récords históricos de erradicación manual de 130.171 hectáreas de coca, de incautación de 505,6 toneladas métricas de cocaína, 545 toneladas de hoja de coca, y 63,6 toneladas de base de coca, así como la destrucción de 5.233 infraestructuras destinadas a la producción de drogas.
Por otra parte, advirtió que entre agosto de 2018 y mayo de 2021, el gobierno ha invertido $1.2 billones en las familias del programa de Sustitución Voluntaria de Cultivos Ilícitos, lo que equivale al presupuesto nacional asignado al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural en 2021. Gracias a este se han reemplazado, a la fecha, 44.185 hectáreas de las cuales 17.967 han sido en el periodo mencionado.
Valga señalar que, si bien la Presidencia de la República presentó un tono conciliador, advirtiendo que si bien la situación se presenta como “una oportunidad de redoblar esfuerzos hacia nuestro objetivo común de poner fin a esta destructiva economía ilícita”, en el que ambos países deben abordar el narcotráfico con soluciones a largo plazo y políticas integrales; Duque no dudó en recordar, durante un evento sostenido esta tarde en el Catatumbo, que en el tema de la política de drogas también hay un factor de corresponsabilidad, donde Estados Unidos también ha demostrado un incremento en el consumo de estupefacientes, que debe abordar con estrategias internas.
SEGUIR LEYENDO: