El exsenador Eduardo Pulgar Daza fue condenado por la Corte Suprema de Justicia a 58 meses y 25 días de prisión por tráfico de influencias de servidor público en concurso heterogéneo con el delito de cohecho. El excongresista había renunciado a su curul hace unos meses, sin embargo, su proceso no pasó a la Fiscalía, sino que se quedó en el alto tribunal.
La Corte explicó que Pulgar deberá pagar su condena en la cárcel por tratarse de delitos contra la administración pública y no se considerará la prisión domiciliaria. El exsenador aceptó los cargos imputados y esto redujo su pena y pasó de 106 meses (más de 8 años) a cuatro años y 10 meses. También se le inhabilitó por 63 meses y 19 días para ejercer cargos públicos en el país.
El fallo de la Sala Especial de Primera Instancia explicó que “Pulgar, en su condición de senador para la época de los hechos, utilizó indebidamente en favor de la familia Acosta, influencias ante el ministerio de Educación para beneficiarla en el trámite de la ratificación de la reforma de los estatutos de la Universidad Metropolitana, de acuerdo con las atribuciones legales y reglamentarias, y que le permitió finalmente a su grupo familiar tener el control y manejo de la entidad”.
El alto tribunal también dijo que con la conversación grabada por el mismo funcionario judicial, “dan cuenta de la propuesta del exsenador mediante sutiles afirmaciones de las que claramente se entiende el alcance del ofrecimiento y de sus pretensiones (...) la transcripción de la conversación pone al descubierto un claro ofrecimiento de dinero”, declaran los magistrados.
El caso de Pulgar se destapó gracias a varias columnas que escribió el periodista Daniel Coronell y fueron publicadas en el portal Los Danieles.
La primera se tituló ‘Pulgarcito’ y allí Coronell aseguró que un congresista le habría ofrecido un soborno a un juez con el fin de ayudar a sus patrocinadores. “El senador se llama Eduardo Pulgar, es miembro del Partido de la U, y fue a hacer la vuelta para favorecer a su amigo Luis Fernando Acosta Osio, el líder de un grupo que con cuestionadas maniobras logró el control de la Universidad Metropolitana de Barranquilla y pretende quedarse también con la Fundación Acosta Bendeck y el Hospital Universitario Metropolitano. Las tres instituciones facturan 80.000 millones de pesos al año”, escribió Coronell.
La columna también muestra cómo y cuándo se habría ofrecido el soborno. El periodista cuenta que fue un día del año 2017 en ese entonces Eduardo Pulgar en su primer periodo como senador invitó a su casa al entonces juez municipal de Usiacurí, en el departamento de Atlántico, Andrés Rodríguez Cáez.
La reunión se dio bajo ciertas sospechas por parte del juez que decidió grabar el encuentro. Coronell en ese primera columna reveló parte del audio en el que se escucha al senador Pulgar hacer una propuesta:
“No joda, yo quiero apelar a ti para ver cómo me pueden ayudar ustedes, porque esto es un negocio. Esto es un negocio. Yo te digo la verdad... Esto es un negocio. Esto tiene que quedar entre nosotros tres porque los manes están preocupados. Es más, los manes me dicen: si hay que ir hasta allá, yo voy, pero lo ideal es que no vayan a decir nada”, dice Pulgar.
Pulgar está recluido en la cárcel La Picota en Bogotá desde diciembre de 2020 cuando fue capturado por el CTI en el Aeropuerto El Dorado.
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