Puerto de Barranquilla y pescadores de la zona suspendieron actividades por el encallamiento de un buque

La embarcación transporta más de diez mil toneladas de asfalto, lo que lo hace más pesado y ralentiza su tránsito. Además, la situación activa la alerta por riesgo medioambiental.

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Canal de acceso al Puerto de Barranquilla. / Colprensa
Canal de acceso al Puerto de Barranquilla. / Colprensa

Desde hace varios días en el Puerto de Barranquilla se han presentado problemas por los niveles de sedimentación que tiene el río Magdalena a la altura de la ciudad, sin embargo, el principal se reportó este jueves 24 de junio. Actualmente hay seis embarcaciones esperando ingresar a la terminal marítima para poder cargar y descargar mercancía, pero no ha sido posible porque hay otro buque encallado que, aunque no les impide el paso, sí obligó a cerrar operaciones en el puerto.

“Tenemos unos buques que el día de ayer terminaban operación en el Puerto. Estaban pendientes para iniciar zarpe, pero debido a la restricción en las operaciones, estas embarcaciones están retenidas. Son embarcaciones tipo tanquero y de carga general, de las cuales tres requieren zarpar y tres ingresar”, indicó el capitán de Fragata, Carlos Eduardo Urbano Montes.

Según las autoridades de la ciudad, se trata del buque ‘Amber Bay’, que navega con bandera de Hong Kong, y que está encallado desde hace unos días. Se detalló que la embarcación se encuentra en el área conocida como aproximación a Boca de Ceniza, a cerca de 500 metros de los tajamares, hacia al margen nororiental.

Hasta el momento no se ha revelado una razón concreta que justifique el suceso. Inicialmente se dijo que podría estar relacionada a los niveles de sedimentación del río en esta zona, pero esa teoría fue negada por Pedro Pablo Jurado, director de Corporación Autónoma Regional del Río Grande de la Magdalena (Cormagdalena), quien explicó que la emergencia no tiene relación con el actual calado en el canal de acceso.

“Por el calado de 8,1 metros sabemos que no se trató de un incidente por sedimentación. Además, la embarcación se encuentra encallada por fuera del canal navegable de la Zona Portuaria de Barranquilla”, dijo.

Se indicó que la embarcación tiene 146 metros de eslora y 8.1 metros de calado. Adicionalmente, es de mencionar que el barco transporta más de diez mil toneladas de asfalto, lo que lo hace más pesado y ralentiza su tránsito.

Teniendo en cuenta lo anterior, se están realizando monitoreos permanentes para tratar de solucionar la situación. De hecho, hasta el momento cuatro remolcadores han ayudado a tratar de desencallar el barco mientras quien está a cargo de esta hace movimientos para resolver el inconveniente.

“Actualmente continúan desarrollando los monitoreos y el acompañamiento sobre las condiciones de la motonave Amber Bay. En horas de la noche se desarrollaron algunas operaciones con el fin de llevarla a aguas más profundas; sin embargo, continúan los trabajos correspondientes”, aseguró el capitán del Puerto de Barranquilla.

Por su parte, la Dirección General Marítima (Dimar) adelantó un levantamiento batimétrico de la zona para analizar la profundidad, las corrientes marítimas y la intensidad de los vientos presentes en el sector.

Sumado a este problema, que está impidiendo el adecuado funcionamiento del Puerto de Barranquilla, expertos indican que esa situación podría ser perjudicial para el medio ambiente. Lo anterior está relacionado a que el buque ‘Amber Bay’ contiene asfalto, y si este cae al río podría tener repercusiones sobre la fauna y flora local, así como en el flujo de agua del departamento.

La capitanía del Puerto de Barranquilla aseguró que ya tiene este aspecto en cuenta y activó los dispositivos correspondientes para evitar una emergencia ambiental.

“Inmediatamente fuimos informados de la situación se activaron todos los protocolos para evitar una emergencia. Tenemos todo el dispositivo y el personal activado, por lo que afortunadamente hasta el momento no se presentan afectaciones en el medio marino”, dijo el capitán Urbano.

En este problema no hay que olvidar a los pescadores, que ya sufren las consecuencias. Estos trabajadores han tenido que suspender sus labores porque el buque encallado impide que el viento fluya y lancen sus carnadas con éxito. Además, resulta peligroso, pues deben estar pendientes de las maniobras de rescate y estas desestabilizan el nivel del agua y podría tumbar sus pequeñas embarcaciones.

Se espera que esta situación sea superada en el menor tiempo posible para que tanto los pescadores de Bocas de Ceniza como el puerto puedan reanudar sus labores.

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