Colombia y EE.UU. se comprometen para fortalecer su lucha contra el narcotráfico

En 2020, Colombia, en conjunto con el Gobierno de Estados Unidos, alcanzó niveles sin precedentes en lo alusivo a incautaciones de cocaína y erradicación manual de cultivos ilícitos.

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Un integrante de la Policía
Un integrante de la Policía Colombiana fumiga un cultivo de coca durante una jornada de erradicación de cultivos ilícitos en zona rural de Tumaco (Colombia). EFE/Carlos Ortega/Archivo

En una reunión sostenida entre el presidente de Colombia, Iván Duque, y el embajador de Estados Unidos en Colombia, Philip Goldberg, durante este miércoles 23 de junio, realizaron una revisión de los resultados de 2020 en materia de lucha contra las drogas, con miras a un trabajo de cooperación.

Durante una agenda que incluía una amplia gama de actividades antinarcóticos, el mandatario colombiano y el diplomático estadounidense instalaron este miércoles la reunión preparatoria del Grupo de Trabajo Antinarcóticos, en la que ambos gobiernos expresaron su respaldo al esfuerzo unilateral del país sudamericano en transformar las economías rurales de la cocaína mediante el programa denominado ‘Zonas Futuro’.

En 2020, Colombia, en conjunto con el Gobierno de Estados Unidos, alcanzó niveles sin precedentes en lo alusivo a incautaciones de cocaína y erradicación manual de cultivos ilícitos.

Así lo dio a conocer el presidente Iván Duque ante la opinión pública este miércoles:

“Estados Unidos y Colombia reconocen también la necesidad de reducir el uso de drogas y sus consecuencias negativas, incluyendo las sobredosis de drogas, mediante programas efectivos de prevención y tratamiento. Como lo demuestran nuestras discusiones en curso, Colombia y los Estados Unidos reconocen que problemas complejos, tales como el narcotráfico, son una responsabilidad compartida que exige soluciones a largo plazo y una respuesta de política integral”.

En medio de la puesta en marcha del evento de instalación, las discusiones se centraron en los esfuerzos antinarcóticos en Colombia contemplando la ejecución programas para aumentar el control territorial del Estado, que buscan que los cultivadores de coca hagan una migración hacia oportunidades económicas lícitas y, de paso, poder mejorar la seguridad ciudadana.

Para el gobierno local, lo ideal es lograr disrupción en cuanto a las cadenas de suministro del narcotráfico, incluida la interdicción de precursores químicos, el aumento de las incautaciones de cocaína y los envíos en masa de dinero en efectivo para continuar la erradicación, arrestar y extraditar cabecillas narcotraficantes; además de lograr un reducción en las estadísticas negativas de lavado de activos, así como el fortalecimiento de la extinción de dominio.

Los representantes de Colombia y de Estados Unidos coincidieron en la importancia de aunar esfuerzos para proteger los bosques tropicales frente a la explotación por parte de grupos criminales, aunque es desconocido si dialogaron sobre una consciencia ecológica acerca de los daños que representa la aspersión con glifosato en Colombia.

Además, la discusión de la reunión se relacionó con las metodologías que actualmente están siendo empleadas para medir las tendencias en la producción y el cultivo de cocaína, para garantizar la mejora continua de nuestras políticas y programas antinarcóticos.

Esta reunión tuvo que ver con la preparación para el próximo Diálogo de Alto Nivel Colombia - Estados Unidos, que se realizará este año en Bogotá, como foro principal para discutir todos los aspectos de la relación bilateral entre países.

Esto declaró el jefe de Estado de Colombia sobre el diálogo y las conclusiones de la reunión para avanzar en la página de la lucha contra el narcotráfico:

El Diálogo de Alto Nivel facilita la coordinación de temas muy variados, incluidos los de oportunidades económicas, desarrollo, seguridad y esfuerzos antinarcóticos, intercambios educativos, temas ambientales, democracia, buen gobierno y derechos humanos y salud, entre otros

Ambas partes en la mesa de diálogo reafirmaron su fuerte asociación en la lucha antinarcótica, que es pieza fundamental para finiquitar la cadena de suministro de cocaína, reducir la demanda y abordar el problema a profundidad.

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