Este miércoles 23 de junio, la Comisión de la Verdad escuchó a víctimas y victimarios de las extintas Farc-EP en el marco del secuestro, uno de los crímenes más graves cometidos en el conflicto armado nacional. A esta cita asistió Roberto Lacouture, un ganadero secuestrado durante 89 días en 1989 y quien se identificó en el encuentro como “católico, conservador y uribista”.
En el momento de su intervención, Lacouture recordó los duros momentos de cautiverio y las condiciones en las que se encontró durante esos días: amarrado en un árbol.
“Estoy acá y he estado aquí tratando de decir nuestra verdad, tratando de que las personas que tanto daño nos hicieron digan la verdad. Fui secuestrado en 1989, y durante mi cautiverio estuve un tiempo amarrado, después de mi secuestro, a mi familia la persiguieron. Un tío fue asesinado. Por mi familia, por mis hermanos, mis tíos, que pudieron estar aquí diciendo las cosas mejor y más directas que yo, por ellos estoy acá”, manifestó el exsecuestrado.
Lacouture criticó duramente el Acuerdo Final de Paz que se firmó en 2016, señalando que las víctimas no fueron importantes en los diálogos.
“No estuvimos de acuerdo con este proceso de paz que se armó, no estuvimos y no estamos de acuerdo. Nosotros queríamos que los responsables fueran a la cárcel, no al Congreso (...) nosotros, las víctimas, fuimos olvidadas en este proceso, se nos hizo a un lado, y se dedicaron a complacer a las Farc”, expresó el ganadero del Cesar.
Asimismo, sostuvo que los involucrados en estos actos atroces necesitan un castigo por el daño que ocasionaron en el país y a muchas familias.
“Creemos firmemente que ellos merecen tener un castigo por lo que nos hicieron. Por toda la violencia generada en el país. No lo digo solo yo, lo dicen muchas personas en la región y yo estoy de acuerdo con muchas cosas que todavía decimos.”, manifestó.
Por su parte, Ingrid Betancourt, quien estuvo secuestrada entre 2002 y 2008, se pronunció antes de finalizar el espacio y después de haber escuchado lo que sus captores tenían para decir acerca de los secuestros que cometieron cuando estaban alzados en armas.
Aunque la intervención de la mujer fue relativamente corta, dejó un mensaje claro: espera que los algún día los exFarc se sientan tocados sentimentalmente por los crímenes que cometieron.
“Oí el relato de mis hermanos de dolor. He llorado con ellos y me cuesta trabajo no seguir llorando, pero debo confesar que me sorprende que del lado de los victimarios no haya habido una sola lágrima. (...) Yo quería que hablaran desde el corazón, no desde la política”, dijo Betancourt.
Las palabras de Ingrid hacen referencia al hecho de que las intervenciones de los exFarc que participaron en el evento se centraron en el Acuerdo de Paz y el cumplimiento de los compromisos. Aunque algunos de ellos sí se refirieron directamente a los crímenes que cometieron, Ingrid les reclamó porque no siente que ellos entiendan realmente el dolor de las víctimas.
SEGUIR LEYENDO: