En el marco del Día Mundial del Refugiado la Unidad de Víctimas reveló que debido al conflicto armado que azota al país desde hace más de 50 años, ha dejado como resultado 25.880 colombianos que han tenido que dejar el país y exiliarse en otras naciones.
Los exilios colombianos, son una parte de las victimas que ha dejado la violencia al interior del país. Hablar de exilió es hablar de desplazamiento forzado, que en todo la historia ha dejado más de seis millones de personas sin sus hogares, sus tierras, sus bienes, sus costumbres, sus comunidades y sus medios de vida.
De acuerdo con el Centro Nacional de Memoria Histórica, para entender la dimensión de la cifra: es igual a imaginar el éxodo de dos terceras partes de los habitantes de Bogotá, o la sumatoria de todos los habitantes de las ciudades más pobladas del país como Medellín, Cali y Barranquilla; o de manera más dramática en el escenario internacional, basta con imaginar el éxodo del total de la población de países como Dinamarca, Finlandia, Singapur o Costa Rica.
De acuerdo con las cifras de la Unidad de Víctimas, el país que ha recibido la mayor cantidad de ciudadanos colombianos exiliados es Ecuador con el 32% de las víctimas. En segundo lugar se encuentra Venezuela con el 15,4%, Canadá tercero con el 12,3% y cuarto España con el 10,6% de connacionales en el exilio.
En relación con la caracterización demográfica, el 11% de las víctimas hace parte de la población negra, raizal y palenquera. Además, el 3,6% pertenecen a comunidades indígenas. En este sentido es importante entender que como país multicultural y por la misma ubicación de las comunidades étnicas han sido los grupos que han recibido gran parte de la violencia ejercida por los actores armados como guerrilla, paramilitares y asta del mismo Estado.
<b>Proceso de exilio</b>
El comisionado Carlos Beristain, médico y doctor en psicología social que recoge los testimonios de los colombianos en el exilio que tuvieron que enfrentar de primera mano el conflicto armado en el país, afirma que tener que abandonar el país no es un proceso fácil para las familias más vulnerables de Colombia.
En entrevista con El Espectador, Beristain afirmó que la gran mayoría de los exiliados salen a países fronterizos como Ecuador, Venezuela, Perú, Brasil y Panamá. Sin embargo, a pesar de las condiciones similares que tiene Colombia con respecto a dichas naciones, los colombianos no siempre son recibidos de la mejor manera.
“El exilio es algo de lo que se puede hablar, pero que es muy difícil que te hagas a la idea, porque no se ha vivido una experiencia así de lo que significa el desarraigo total, la pérdida de vínculos”, expresó el comisionado, quien recalcó que se trata de iniciar de nuevo una vida desde cero y no “desde los pedazos”.
De acuerdo con el funcionario, se trata de una ruptura de la que no queda nada de lo que se solía ser. “Uno de los factores más fuertes de estrés crónico en la población exiliada es la separación familiar”, dijo, agregando que, incluso en el exilio, se reproducen condiciones de violencia a las que estos individuos están siendo sometidos como actitudes xenófobas, pobreza entre otras.
Incluso, a pesar de que algunos de los exiliados son protegidos en términos de la protección internacional de refugiados, no pueden trabajar libremente en el país de destino. En palabras del comisionado, los colombianos deben ‘rebuscarse’ para poder obtener recursos económicos.
“He conocido gente en Panamá que había demandado asilo desde hacía nueve años y no les habían dado una respuesta todavía, entonces eso es un limbo. Esta mujer, por ejemplo, tenía que trabajar en una peluquería y si venía la Inspección de Trabajo, pues tenía que pasar de ser peluquera para ponerse a que le corten el cabello, a disimular la situación para después otra vez volver a cortar el cabello”, relató al medio capitalino.
Pese a todo lo anterior, Beristain aseguró que los exiliados, por lo general, no quieren volver a Colombia. “Con el proceso de paz se abrió una expectativa de retorno, pero el empeoramiento de las condiciones, la continuación del conflicto, las críticas al proceso de paz y el asesinato de líderes y de miembros de las FARC fueron haciendo que la expectativa de retorno no se llevará a cabo”, comentó, en contraste a los abusos y la falta de garantías que viven los exiliados.
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