En las horas de la tarde del martes 15 de junio, una camioneta Toyota Fortuner blanca entró con un sujeto a las instalaciones de la Brigada 30 del Ejército Nacional, ubicada en Cúcuta, Norte de Santander. Luego, esta camioneta presentó una primera explosión y a las 3:12 p. m. tuvo una segunda explosión que dejó afectadas las instalaciones del lugar y heridos a más de 30 soldados.
Del auto usado para este atentado, se sabía que fue comprada cuatro días antes del atentado a las afueras del departamento Norte de Santander por un valor de 120 millones de pesos, según la fiscalía, el dueño del vehículo que era una Toyota Fortuner blanca, modelo 2017, negoció la venta del carro y recibió dos pagos por medio de domiciliarios; el primero se realizó el 2 de junio, cuando le enviaron 20 millones de pesos y el segundo fue el 4 de junio, enviándole los 100 millones restantes.
Ahora El Tiempo estableció que las personas que llevaron acabo el atentado buscaron por semanas un vehículo de esas características e intentaron que la placa tuviera ciertas letras. De hecho, los investigadores del FBI, de la Fiscalía y de la Policía indagan si entraron a bases de datos de secretarías de tránsito para ubicar el vehículo. Esto con el fin de engañar a la Brigada para que creyeran que se trataba de la camioneta que usa el grupo de Hidrocarburos de la Dirección de Carabineros de la Policía, con oficina en ese estamento militar: es de la misma marca, línea y modelo.
El carro usado por el grupo de Hidrocarburos solo se diferenciaba en el orden de las letras de la placa y por supuesto, que uno era blindado por el trabajo que se lleva acabo con este y el otro no. Debido a que la camioneta quedo expuesta ante los grupos armados la brigada decidió retirarla de funcionamiento.
Entre las investigaciones, también están determinando si la venta se dio a través de amenazas que recibiría el anterior dueño de la camioneta. Pues en los móviles que se incautaron existen tres llamadas hechas por lo hombre a los dueños del autor entre el 29 de mayo y el 4 de junio.
La Toyota que se uso para el atentado, además, fue matriculada en Villa del Rosario, un municipio nortesantandereano, limítrofe con Venezuela. Donde opera diferentes grupos al margen de la ley como, el Eln –uno de los presuntos autores del atentado– y las Autodefensas Unidas de Colombia.
La investigación que contó con el apoyo de la Sijín y de la Dijín arroja hasta el momento que sobre las 12:35 del mediodía una Toyota Fortuner 2017 blanca ingresó a la unidad militar por el control y por ahora se está indagando si se cumplieron los protocolos de seguridad para entrar. Una vez adentro, la persona que manejaba el carro lo dejó parqueado hasta las 2:45 p.m. y se va de la base militar. A las 3:01 p.m. detona la bomba tras ubicar el vehículo cerca de la estructura de apoyo de la Fiscalía y a las 3:04 p.m. explota de nuevo.
La fiscalía detalló que dentro de la camioneta solo ingreso un hombre y señaló que no se hizo pasar por ninguna clase de funcionario, como lo habían señalado anteriormente las autoridades, quienes dijeron que dos hombres se habían identificado como funcionarios de la Fiscalía General de la Nación.
Por ahora, las autoridades ofrecen una recompensa de 500 millones de pesos para quien dé información que ayude a dar con los responsables de los hechos.
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