En construcción de vía en el noroccidente de Bogotá fueron halladas piezas arqueológicas muiscas

En las excavaciones de la construcción de la vía Rincón - Tabor se encontraron más de 7.000 piezas arqueológicas de las comunidades indígenas que habitaron la sabana.

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El rastro de las primeras comunidades indígenas que habitaron el territorio en el que se construyó Bogotá sigue presente, incluso debajo de la tierra. Así quedó demostrado en un hallazgo arqueológico en medio de la construcción del corredor vial del noroccidente de la ciudad.

En el sector de la avenida 127 con avenida Boyacá, según indicaron las autoridades, se han hallado más de 7.000 piezas arqueológicas que corresponden a las comunidades muiscas que habitaron ese sector de la ciudad.

Según indicaron a CityTv, son fragmentos cerámicos y líticos que las autoridades se encuentran en concertación con el fin de buscar la forma para su conservación, para el que algunas comunidades que preservan la memoria indígena de Suba, sería un museo local.

Estas piezas, según dijo una arqueóloga del Instituto de Patrimonio a ese medio, dataría del período del contacto de los invasores españoles con las comunidades indígenas precolombinas, entre 1.500 y 1.550 según determinaron los estudios científicos.

Para el Cabildo Indígena Muisca de Suba es importante que esos hallazgos sean reconocidos y difundidos como una forma de recordar la memoria histórica de los pueblos originarios que precedieron a la ciudad y, como indicaron, continúan haciendo parte del territorio.

“El desplazamiento de nuestra comunidad deja en evidencia nuestra pertenencia al territorio y la necesidad de un Museo. Estas piezas fueron encontradas debajo de las casas de las familias Cabiativa, Yopasa, Piracun, Bulla, etc. En lo que es hoy la Av El Rincón”, indicó esa organización por medio de redes sociales.

Esa misma comunidad rechaza el Plan de Ordenamiento Territorial porque afirman que desconoce sus territorios sagrados y patrimoniales, así como causa el desplazamiento de las comunidades originarias muiscas de Suba, razón por la que han pedido una mesa de concertación con la Alcaldía de Bogotá.

La avenida Rincón, que inició en la Alcaldía de Gustavo Petro y ejecutada por Enrique Peñalosa, cuenta con cinco carriles distribuidos en dos calzadas, y conecta en el norte con la avenida Suba, en el sur con la avenida Ciudad de Cali y en su continuación hacia el sur oriente conectará en un futuro con la avenida Rincón por la avenida Boyacá.

“Esta obra mejorará la calidad de vida de los habitantes de barrios como Altos de la Esperanza, Rincón, Cerros de Niza, El Cóndor, Rincón de Suba y Niza, entre otros. Sus habitantes podrán ahorrar hasta 30 minutos en cada uno de sus desplazamientos y ese es un motivo de gran satisfacción para nosotros al entregar la vía”, señaló en su momento el director del IDU Diego Sánchez Fonseca.

Con la extensión de este tramo vial, el IDU entregará a los ciudadanos una ciclorruta de 1.5 km sobre la carrera 91, que inicia en la calle 132 y termina en la calle 128 B, además de conectar con la ciclorruta de la avenida Tabor que va desde la carrera 91 hasta la avenida Ciudad de Cali.

No es la primera vez que ocurren hallazgos arqueológicos en medio de las obras de infraestructura que se adelantan en la ciudad. En septiembre del año pasad, en la Carrera 22 con Diagonal 62 Sur en el barrio San Francisco de la localidad de Ciudad Bolívar, los constructores encontraron restos arqueológicos mientras se adelantaba una rehabilitación vial, lo que obligó a detener por más de un mes las labores de trabajo y dejar en manos de institutos de antropología e historia el rescate histórico.

En ese lugar fueron hallados restos óseos que en un primer momento tuvo que verificar la Fiscalía y Medicina Legal, pero que se determinó que llevaban muchos años ahí, por lo que correspondía a un hallazgo arqueológico y no penal.

En la localidad de Usme, cerca al río Sumapaz, también se encontraron recientemente objetos de gran valor histórico, en una hacienda conocida como El Carmen que los arqueólogos han determinado de un valor incalculable y donde se construirá un parque arqueológico.

La Hacienda El Carmen se constituye en un doble hito para la memoria de la ciudad: contiene la historia ancestral de un lugar de culto que podría ser el más grande del pueblo Muisca a la llegada de los españoles. A su vez, el hallazgo de este vestigio arqueológico marca un hito para la contención de la expansión urbana que ha venido avanzando sobre el territorio de borde urbano rural del sur de Bogotá.

En este espacio se hallaron más de 3.000 contextos funerarios que hablan de más de 800 años de historia desde el año 800 d.C. hasta el 1.600, donde se encuentran enterramientos con todo y ajuar que le ha indicado a los expertos la posibilidad de conexiones de comunidades indígenas más allá de la Sabana, incluso en la Amazonía o la Sierra Nevada.

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