En entrevista con la revista Semana, Carolina Galván contó detalles de cómo era su vida antes de la desaparición de su hija. Reveló hechos anteriores a la desaparición de la niña, y además sostuvo que Nilson Díaz, hombre con quien vivía, ha estado mintiéndoles a las autoridades al señalarla de ser la asesina de Sara Sofía.
En diálogo con el medio, la mujer asegura que el último día que vio a la niña fue el 29 de enero de 2021, día en el que según ella, al parecer, la menor no despertaba desde hace 3 días; sin embargo, ese día salió de su casa a las 11 de la mañana para irse a trabajar, en la tarde al regresar cuenta que ya no encontró en la habitación a la menor.
“Cuando a las cinco de la tarde regresó, no encuentro a la niña. El cuerpito de la niña ya no estaba en la casa. Le empecé a preguntar al compañero con quien vivía dónde estaba la niña, y él no me quería decir nada, me salía con excusas, que después me decía; no me quería decir la verdad sobre dónde estaba la niña. Y seguí preguntándole hasta que me dijo que la niña estaba, supuestamente, en el caño”, cuenta Galván a la revista.
Tras contar que la niña no despertaba desde hace tres días, la mujer detalló a Semana que desde el 27 de enero ella no abría los ojos y, al parecer, tampoco respiraba, por lo que indicó que quizás ella ya estaba muerta. “No despertaba y yo no sabía qué le había pasado. Ella no despertaba. No abría los ojos y nada”, relató la madre de Sara.
A la pregunta de ¿Por qué no pidió auxilio, porque no llamó a los médicos? ella respondió que Nilson la tenía amenazada, y además porque el dueño de la casa donde vivían le advirtió que no quería tener problemas con ese asunto, entonces ella permaneció callada.
En cuanto al lío judicial que afronta, Semana le preguntó por la versión que entregó Nilson Díaz, su pareja sentimental, a la Fiscalía en la que contó que ella había llegado a la casa a golpear a la niña de manera muy agresiva, al punto de dejarle un morado en su frente. Ante lo cual, Carolina respondió que la niña se encontraba bien el 27 de enero y al regresar del trabajo, ese mismo día, ella la vio dormida en la cama, por lo que no notó nada extraño, pero en la noche, Nilson la llamó y le mostró que Sara estaba botando espuma por nariz y boca, y contó que ella no abría sus ojos.
Posteriormente, la mujer señala que ella en ningún momento golpeó a la niña.
“En ningún momento le pegué en la cara a la niña. Ese día, también, la niña estaba con él. Yo había salido a trabajar; él me llama al celular y me dice: Carolina, la niña se enredó con una tabla, y se cayó y se moretió un ojo. Yo estaba afuera y me llama y me dice eso. Yo me asusté. Regreso temprano a la casa, cuando llego y encuentro a la niña con el ojo amoratado y la frente moretiada”, explicó la mujer.
Ante la posibilidad de que Nilson la hubiera golpeado y maltratado, Galván afirma no tener certeza de ello, pero lo que sí explica, es que existe la probabilidad que la niña sí esté muerta, pues insistió que ella vio que la niña no despertaba desde hace 3 días.
“Posiblemente la niña está muerta porque yo misma vi que ella no despertaba. Yo le digo a él (Nilson), digamos la verdad, y él empieza a decirme que no dijera nada porque iba a terminar en un problema. Todo rabón amenazó a mi familia, que me iba a colocar una bomba y empezó a echar amenazas con un arma. A causa de eso le cogí miedo”, explicó la madre de Sara.
En medio de las tantas versiones que ha conocido las autoridades, Semana le preguntó del porqué al inicio había dicho que ella misma la había envuelto en una sábana y la había botado al caño y luego cuenta otra versión en la dice que no tiene idea de lo que Nilson hizo con la niña, Carolina reveló que este hombre la había amenazado y este le indicó que debía culparse de lo sucedido, “que me inventara cualquier cosa para que él no se fuera a ver involucrado en todo esto”, manifestó la mujer.
“La verdad, todas esas cosas que yo dije: que había regalado la niña, todo eso, fue idea de él. Me obligó a que yo dijera que había sido yo, que yo la había botado; después, que yo la había regalado, y todo eso para que él no se metiera en ese problema”, reveló durante la entrevista.
Asimismo, Carolina contó que ella era prostituida por Nilson, que al marcharse de su casa y vivir en la calle, lo conoció una noche en un parque donde ella dormía. Allí, este hombre le contó que había estado en la cárcel, que también consumía droga y con él tiempo se la llevó a vivir a una casa, pero resultó obligándola a trabajar como prostituta para no aguantar hambre.
“Él me decía: si usted no quiere pasar pena en la calle, estar aguantando frío, tiene que empezar a trabajar, y aportar algo con la casa. Yo le dije: ¿en qué voy a trabajar si nadie me da trabajo? Yo prácticamente no sé hacer nada. Entonces, un día me dijo: pues las mujeres que trabajan en la prostitución ganan harta plata”, y así fue como Carolina inició trabajando en el barrio Patio Bonito.
Indicó que en ese lugar ganaba $30.000 y que todo lo que producía se lo entregaba por completo a Nilson. Tras la supuesta muerte y desaparición de Sara, este hombre la echó de la casa y se la llevó a un pagadiario en Patio Bonito.
“Me hizo empacar. Yo me puse a llorar, me dijo: le va a tocar que se vaya a vivir a un negocio de mujeres. Yo no quería eso. Él coge y me lleva a Patio Bonito y empieza a buscarme pagadiarios. Encontramos uno de 7.000 pesos diarios y allá me dejo”, señaló Carolina a Semana.
Al finalizar la entrevista, contó que muchas veces ha pensado en quitarse la vida, que extraña a su hija, que la recuerda como una bebé despierta y alegre. Le pide perdón a su familia, pero en especial a su hermana, de quien nunca debió alejar a Sara, pues ella llegó a pensar que se la quería quitar. Asimismo, le pide a Nilson que diga la verdad de lo que sucedió con Sara y que no la culpe de algo que ella no cometió, pues afirma que es por esa razón que le concedió la entrevista a la revista Semana, para afirmar: “Yo no maté a mi hija”.
SEGUIR LEYENDO