Tras el estallido de un carro bomba en la base militar de Cúcuta, mediante un comunicado a la opinión pública, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas inglés) de los Estados Unidos, confirmó que, tal y como se había especulado hasta hace unos días, estarán brindando “asistencia técnica” para colaborar en las pesquisas del atentado en Colombia.
Así lo hizo saber Ned Price, portavoz del FBI, quien aseguró que la institución norteamericana ayudará a la fuerza pública colombiana en la investigación del automóvil que explotó este martes 15 de mayo en la Trigésima Brigada del Ejército en Cúcuta (Norte de Santander) y que dejó 55 personas heridas.
En el pronunciamiento, la principal agencia de investigación criminal del Departamento de Justicia de Estados Unidos confirmó que varios miembros del Ejército de ese país también resultaron heridos. Sin embargo, no revelaron sus identidades ni cargos dentro de la organización, pero sí aclararon que están fuera de peligro tras el supuesto ataque terrorista.
“Es parte de nuestra cooperación de larga data en materia de aplicación de la ley con el Gobierno de Colombia”, se lee en uno de los apartes del comunicado en el que, además, también expresaron solidaridad con los uniformados lesionados.
Tras el anuncio del FBI, la embajada de EE.UU en Bogotá, la capital colombiana, se pronunció sobre el tema y aseguraron que se sienten orgullosos del apoyo de la administración de Joe Biden a las fuerzas militares colombianas tras el lamentable suceso.
“Estados Unidos se enorgullece de su cooperación duradera con las Fuerzas Armadas de Colombia, que incluye entrenamientos y ejercicios conjuntos”, trinaron.
Además, aseguraron que los miembros del Ejército norteamericano están fuera de gravedad: “Un reducido número de militares estadounidenses se encontraba en la base militar colombiana, en Cúcuta, realizando un entrenamiento con una unidad colombiana, en el momento de la explosión. Todo el personal de EE.UU. ha sido verificado y no hay reportes de heridos serios”, concluyeron.
El día del ataque en la capital nortesantanderana, el presidente Iván Duque se desplazó hasta la ciudad y anunció una recompensa hasta de 500 millones de pesos para dar con los responsables del atentado. Además, agradeció a las autoridades colombianas y estadounidenses por su apoyo el país.
“Se crea un grupo especial de criminalística, toda la investigación y la trazabilidad y quiero agradecer también el especial apoyo que le brinda a la Policía Nacional de nuestro país y el FBI de los Estados Unidos con personal especializado”, añadió Duque.
De acuerdo con el primer mandatario, se manejan dos hipótesis sobre la autoría del ataque y ordenó el traslado inmediato del Inspector General del Ejército de Colombia a Cúcuta con el objetivo de reconstrucción de los hechos en la base militar: “Tenemos en este momento dos hipótesis que se están trabajando. Una asociada con el Grupo Armado Residual, GAOR 33, y otra es con el Ejército de Liberación Nacional, ELN”, expresó el jefe de Estado.
Otra de las hipótesis sobre el atentado y que es analizada tanto la fuerza pública como el Ministerio de Defensa, es que que pudo haber complicidad entre militares del Batallón 30 y los responsables por detonar un carro bomba al interior de las instalaciones del Ejército Nacional.
Al igual que el Gobierno, el general Luis Fernando Navarro, comandante de las Fuerzas Militares, investiga la hipótesis de que los uniformados colaboraron con los delincuentes responsables. De acuerdo con Blu Radio, la institución indaga si hubo acción, omisión, negligencia o complicidad en los siete uniformados que integraban la guardia en la base.
Frente a esto, Francisco Barbosa, fiscal general, examina las fallas dentro del protocolo. “Estamos verificando e investigando si se cumplieron o no los protocolos de seguridad en torno de los cuales se producen los ingresos en estas unidades militares”, señaló el funcionario.
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