Rostros, mensajes, historias y personajes hechos con aerosol han logrado acaparar en los últimos años la atención del turismo en el país. Uno de esos lugares, que más ha tomado fuerza, se encuentra en la ciudad de Bogotá, más exactamente en la localidad de Puente Aranda, donde las grandes paredes de bodegas y empresas de la zona Industrial, se abrieron a este nuevo formato de expresión artística.
Bogotá
La zona industrial de Puente Aranda se empezó a transformarse en 2018 cuando, a través de un proyecto de la alcaldía, grafiteros internacionales y colombianos se reunieron para pintar en dos de sus calles principales. Actualmente, este lugar es conocido como Distrito Grafiti y se ha convertido en un destino turístico en el que se realizan festivales para que los artistas urbanos se reúnan a pintar.
Este sendero de arte fue creado por colectivos como Vértigo graffiti y Spray Móvil. Artistas nacionales como Toxicómano, DjLu y Ledania, e internacionales como The London Police (Londres), Sabotaje al montaje (España) y Jade Rivera (Perú) son algunos de los autores de este proyecto. Del mismo modo, hay otras zonas como La Candelaria, Suba, Rafael Uribe Uribe y Santa Fe, que también vale la pena conocer porque son una representación de los graffitis en Colombia.
Por ejemplo, Toxicómano comenzó a hacer graffitis a finales de los 90 y su estilo proviene de la estética punk. Le gusta expresar la realidad nacional y la vida misma; su intención es combatir la ignorancia, la moral, el orden y las buenas costumbres con sonoros atentados visuales.
En otra zona de Bogotá, en el barrio La Perseverancia, al centro de la ciudad también se puede conocer obras urbanas de gran formato. Como también en el barrio La Candelaria, exactamente en el famoso ‘Chorro de Quevedo’ que en los últimos años, embelleció sus casas para hacerlo un atractivo turístico.
Asimismo, por la Calle 26, una de las avenidas, de Bogotá, que por excelencia ha sido la autopista de manifestaciones, también ha sido presta para la expresión por medio del grafiti. Colores, rostros, personajes que han trascendido la historia del país y han dejado legado revolucionario, son los protagonistas de estos murales.
Medellín
La comuna 13, la que fue epicentro de hechos de violencia y azotada por el narcotráfico en la época de Pablo Escobar; es ahora, un epicentro de arte, turismo, gastronomía y en especial de colores y mensajes por medio del graffiti.
Allí, una vez arriba por las escaleras eléctricas, se puede gozar de un paraíso de colores neón, fucsia y azul, entre rostros de animales, mensaje de superación, personajes surrealistas y caricaturas, que resulta siendo, por hoy, la tarea de cualquier turista en la capital antioqueña.
Cali
En Colombia los artistas urbanos están en todas partes, y la capital vallecaucana también aporta su dosis de talento. En esta ciudad, Gráfica Mestiza y el Museo Libre de Arte Público (MULI), son dos de los cientos de colectivos que se dedican al arte callejero, embelleciendo fachadas y haciendo de Cali una galería al aire libre.
El colectivo Gráfica Mestiza,cuenta con un Graffiti Tour de dos horas en el que se pueden recorrer lugares como la Calle de la Escopeta, San Antonio, el Peñón y el centro histórico de la ciudad de Calí. Además, e n él se pueden conocer los murales de artistas como Gleo, una de las más destacadas en Colombia y el mundo.
Barranquilla
Hacia el norte de Colombia, también se puede apreciar el arte urbano a cielo abierto, tras la iniciativa Killart, el cual es un Festival Internacional de Arte Urbano, que cada año invita a varios artistas para que engalanen las calle de la ciudad.
Cartagena
El paseo por laS calles de Getsemaní, para los turistas es todo un placer, pues es catalogado como el barrio más bohemio y de moda en la ciudad, el cual se adorna con arte y colores en sus calles. Allí, el tour de graffiti y arte urbano permite vivir la historia de este lugar a través del rostro de palenqueras, flora y fauna, paisajes tropicales y personajes que en conjunto hacen que su esencia se mantenga siempre viva.
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