En la tarde del pasado 7 de junio, a la altura de la vereda Las Piles, Palmira, aledaña al río Cauca, fue encontrado el cuerpo del patrullero de la Policía Carlos Andrés Rincón, desaparecido desde el 4 de este mes en el sector de Paso del Comercio, lugar donde su moto apareció quemada.
Hoy se conoció el dictamen forense que probaría que el hombre fue torturado antes de recibir un tiro de gracia. “Los delincuentes lo amarraron y estando en el piso de la estación, empezaron a torturarlo cruelmente, no puedo imaginarme el sufrimiento de Carlos Andrés”, comentó su hermano Yoani Rincón a RCN. El patrullero recibió unas 30 puñaladas, tres disparos con arma de fuego y además hay rastros en su piel de quemaduras con ácido.
Sobre este caso, la senadora María Fernanda Cabal reaccionó reprochando que organizaciones de derechos humanos no se pronuncien. “Ahí si no hablan los ‘Vivancos’, ni los ‘temblores’, ni los sicarios morales de ‘Cuestión Pública’. Este jóven iba de civil, fue secuestrado, torturado y asesinado por ‘manifestantes pacíficos’”, aseveró la congresista.
Cabal se refiere a José Miguel Vivanco, director de la División de las Américas de Human Rights Watch, organización que recientemente entregó un preocupante informe sobre la violencia policial contra los manifestantes en el marco del paro nacional. Y a la ONG Temblores, que ha ido publicando el número de denuncias y ya tienen 4.285 casos de violencia cometidos presuntamente por miembros de la fuerza pública.
La senadora además se lanzó contra el portal independiente Cuestión Pública, que recientemente publicó una investigación con pruebas de video y testimonios de cómo policías se habrían aliado con civiles armados en Cali, específicamente en el sector de Ciudad Jardín.
La ONG Temblores le contestó a Cabal: “le reiteramos que nuestro trabajo es por la defensa de los derechos humanos en el país y que rechazamos tajantemente cualquier expresión de la violencia, incluida la que ella promueve en contra de nosotros y de nuestros colegas de HRW y Cuestión Pública”.
Sobre el caso del patrullero Rincón, su esposa, Leidy Johanna Londoño, en diálogo con W Radio señaló que hasta el momento no ha recibido ningún tipo de información sobre los culpables de la muerte de su pareja.
“No he tenido noticias como tal de los culpables. Él patrullaba en la estación del Hormiguero y allá siempre fue muy tranquilo, como él vivía en Cali, tenía que pasar por lugares feos para llegar a casa”, manifestó Leidy Johanna.
Cabe recalcar que, el cuerpo de Rincón mostraba signos de un avanzado estado de descomposición, tenía un bóxer de color rojo y una camisa de color gris; además, el occiso presentó varias fracturas en el cráneo que, de acuerdo con las autoridades, podrían estar relacionadas con lesiones infligidas que podrían haberle costado la vida.
Asimismo, la mujer resaltó que Rincón era un hombre muy tranquilo que no tenía problemas con nadie y que no le queda dudas que acabaron de su vida por su profesión. De acuerdo con Leidy, su esposo le había comentado que sentía miedo por las manifestaciones.
“Carlos siempre fue muy tranquilo y humilde. Los manifestantes la están cogiendo contra los policías, a él lo mataron por ser policía. Siempre tuvo miedo a esos bloqueos, él andaba solo y ese día estaba de permiso, pero no vino a la casa precisamente por el miedo que tenía”, sostuvo Londoño a la emisora.
Además, Leidy relató como supuestamente había ocurrido la emboscada de acuerdo con un testigo que la contactó, sin embargo, no reveló su identidad. “Una persona me contó cómo habían sido las cosas y que él pasaba por ahí y que lo pararon para requisarlo. Se dieron cuenta que era policía y le dieron de una un tiro. Luego lo llevaron a un CAI y allá lo quemaron”, detalló.
SEGUIR LEYENDO: