Las organizaciones y activistas del medioambiente en Colombia tendrán que seguir esperando para saber si el Congreso de la República aprueba que el país se adhiera al Acuerdo de Escazú. Los senadores y representantes que hacen parte de las comisiones segundas, encargadas de votar los proyectos relacionados con tratados internacionales, estaban citados este 17 de junio en la mañana para este tema, pero al final se presentaron inconvenientes y la sesión no avanzó, por lo que la votación fue aplazada.
El motivo para no realizar la votación este jueves tiene que ver con que estaba planeada para realizarse durante una hora, empezando desde las 9:00 a. m., pero el Congreso convocó plenaria a las 10 a. m., lo que impidió que se continuara con la sesión. Además, hay que anotar que no está permitido que se realicen dos sesiones al tiempo.
Durante la hora que se alcanzó a discutir el proyecto, el senador del Partido Verde, Antonio Sanguino, habló en pro de la ratificación del Acuerdo de Iguazú. Por otra parte, los senadores del partido Centro Democratico, Juan David Vélez y Paola Holguín, intervinieron para presentar la una ponencia contra el tratado. Ambos políticos se extendieron más del tiempo permitido, por lo que Sanguino señaló que esto lo hicieron a propósito para sabotear la sesión y no permitir la votación.
“Denuncio estrategia dilatoria del Uribismo para sabotear la votación del proyecto de ratificación del Acuerdo de Escazú en comisiones segundas conjuntas de Senado y Cámara. El representante Juan David Vélez y la senadora Paola Holguín lideran el saboteo. Extrema derecha uribista de nuevo le muestra la espalda a la vida y a las ciudadanías que defienden el planeta”, escribió Antonio Sanguino en su cuenta de Twitter.
Hay que anotar que la votación debe realizarse antes de que termine el fin de semana, pues si llega el 20 de junio y aún no se toma una decisión, el proyecto será archivado por vencimiento de términos, ya que este día termina la legislatura del Congreso.
Ahora se requiere que se haga un anuncio urgente para citar a una nueva sesión, que se realizaría un día después del anuncio, porque ambas acciones no se pueden ejecutar en un mismo día. Por ejemplo, si se hace una cita el viernes 18 de junio, la votación se realizaría el sábado. Si se anuncia el sábado, la votación debería hacerse el domingo.
Activistas y grupos medioambientales aseguran que es importante que se de el debate en el Congreso y este termine con la ratificación del acuerdo. Hay mucha expectativa alrededor del tema porque este pacto, que establece garantías sobre el acceso a la información y a la justicia en asuntos ambientales que sucede en América Latina y el Caribe, ha generado bastante polémica en el país. Hay muchos sectores que apoyan el tratado, mientras que sectores políticos, sobre todo los cercanos al Gobierno, se muestran en contra.
Sanguino le aseguró recientemente a Infobae Colombia que es importante que el país se sume al acuerdo porque esto permitirá que los asuntos ambientales internos sean tratados con más efectividad. Él explica que esta es una “oportunidad clave” para llegar a una democracia y evitar conflictos en este sector.
“Este acuerdo permite que la normatividad con la cual cuenta actualmente el país alcance la efectividad deseada, dado que sistematiza y ordena en un solo instrumento jurídico la dispersión normativa que tenemos en el país. El Acuerdo de Escazú es una oportunidad clave para que Colombia fortalezca su democracia ambiental y logre contar con las herramientas necesarias para prevenir los conflictos ambientales que se presentan en diversos territorios del país y brindar garantías de protección a la vida e integridad de los defensores de derechos humanos en asuntos ambientales”, dijo el senador.
Acerca de la protección a los defensores ambientales, se resalta que este es un punto muy importante, pues según el último informe de la organización internacional Global Witness, más de la mitad de los asesinatos de defensores medioambientales reportados el año pasado ocurrieron en dos países: Colombia y Filipinas. Cabe resaltar que, el país suramericano se lleva el primer puesto en este lamentable ranking.
Los ataques contra personas defensoras de la tierra y el medio ambiente han aumentado en el país desde 2018, y la organización se lo atribuye a la dificultad que existe en la nación para implementar los Acuerdos Finales de Paz en las zonas rurales. Incluso, otra ONG ambiental llamada Front Line Defenders, indica que en 2020 se presentaron 331 asesinatos a líderes ambientales en el mundo, de los cuales 177 sucedieron en Colombia.
Teniendo esto en cuenta, el senado Sanguino asegura que, “al parecer, en Colombia defender el ambiente cuesta la vida”, y que adherirse al acuerdo puede frenar ese hecho. Además, sostiene que el pacto beneficiaría a todos los sectores del país.
“El Acuerdo de Escazú beneficiaria a todos los sectores. Es necesario dejar a un lado los mitos y comprender que este es un acuerdo regional que protege a los defensores ambientales, pero también brinda garantías para la estabilidad e inversión extranjera en el país. El acuerdo determina la hoja de ruta para que países como Colombia que en el 2020 presentó el 53 por ciento de los asesinatos de defensores ambientales garantice un entorno seguro y propicio para que las personas, grupos y organizaciones promuevan y defiendan los derechos humanos en asuntos ambientales”, aseguró Sanguino.
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