Entre los detalles que se vienen desenterrando sobre el atentado perpetrado ayer contra los cuarteles de la Brigada 30 del Ejército Nacional, en Cúcuta, ya han comenzado a aparecer fotografías del que sería uno de los culpables de ingresar el carro bomba que dejó 36 personas heridas, incluidos dos soldados estadounidenses, en el batallón más importante de esta región del país.
Lo primero que destaca de la imagen, tomada de un video de seguridad de las instalaciones, es que el individuo no presenta ni uniforme ni algún tipo de señal que lo acredite como funcionario de la Fiscalía General de la Nación, como se advertía durante las primeras horas desde la explosión del vehículo Toyota. Esto confirma lo ya señalado esta mañana por el jefe de esa entidad, Francisco Barbosa, quien aseguró que no es cierto que el conductor del carro se haya identificado como miembro de ese organismo.
Ahora bien, gracias a las grabaciones queda claro que la camioneta de alta gama no fue la única que estuvo dentro del cuartel durante más de dos horas: entre las 12:32 cuando se registra su ingreso y las 3:01 de la tarde, cuando se presenta la primera explosión; sino que también lo hizo el individuo, que aprovecha la coyuntura del covid-19 para cubrir su rostro con un tapabocas y una gorra.
De hecho, se sabe que la persona en cuestión pudo moverse a sus anchas por la guarnición, llegando a cambiar de lugar el vehículo en dos ocasiones: primero dejándolo frente al dispensario médico, para llevarlo posteriormente hacia el lugar donde se encuentran las oficinas de inteligencia, las de la unidad de militares de Estados Unidos, la estructura de apoyo de la Fiscalía y el armerillo. Tras este último traslado, el hombre se baja del vehículo y abandona la base, hacia las 2:50 de la tarde.
En el marco de las investigaciones para determinar cómo pudo ingresar este hombre a las instalaciones del Ejército en Cúcuta ya se han tomado varias decisiones, como el relevo de siete uniformados de sus cargos. Se trata de un teniente coronel, dos mayores y cuatro suboficiales, quienes estaban encargados entre otras cosas de garantizar la seguridad de la brigada y ejercer estricto control sobre los ingresos y salidas que se dan en la misma.
Uno de los puntos clave para la investigación será determinar quien compró la camioneta Toyota Fortuner 2017 blanca con la que se perpetró el ataque. Valga recordar que, el fiscal Barbosa informó esta mañana que ya dieron con el dueño del vehículo, un habitante de Cúcuta que confirmó que vendió el automotor y el negocio se dio entre el 29 de mayo y el 4 de junio por 120 millones de pesos en dos pagos: uno el 2 de junio por 20 millones y el otro el 4 de junio por 100 millones. Todo el dinero fue enviado por medio de domiciliarios.
De igual forma, se ratificó que existe una recompensa de hasta 500 millones de pesos para quien suministre información que permita esclarecer los hechos y dar con la captura del hombre que se observa en el video, así como del acompañante que ingresó con este a bordo de la camioneta y de quien todavía no se tienen pistas de ningún tipo.
No sobra mencionar que, de acuerdo con el fiscal, la hipótesis más fuerte en este momento apunta a miembros del ELN como responsables del atentado. No obstante, el funcionario reconoce que todavía no se pueden descartar otros actores que hacen presencia en la zona, como la Segunda Marquetalia o las disidencias del frente 33 de las Farc.
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