En la noche de este sábado se confirmaron finalmente los rumores sobre la renuncia del embajador Francisco Santos a su cargo como representante diplomático de Colombia ante los Estados Unidos. La salida del exvicepresidente del puesto se venía comentando informalmente desde el pasado 7 de junio, cuando se empezó hablar de su salida tras una llamada telefónica con el presidente Iván Duque.
Santos finalmente entregó su carta de renuncia este sábado 12 de junio, informando que cumplirá con sus funciones hasta el próximo 31 de julio.
“Tal y como lo hemos venido conversando desde hace un tiempo quiero manifestarle la indeclinable decisión de retirarme, a partir del 31 de julio del presente año, de la Embajada de Colombia en Washington, que usted tuvo el honor de confiarme desde el comienzo de su gobierno. Le reitero mi gratitud, lealtad y compromiso con usted y su gobierno porque he sido testigo de primera mano de su liderazgo, su espíritu democrático y su perseverante amor por Colombia”, señaló Santos al inicio de su misiva.
Luego de un extenso reconocimiento al presidente, en sus papeles de mandatario y jefe directo, el embajador en Estados Unidos sugirió que los problemas que atraviesa el Gobierno en este momento son el fruto de una pandemia caracterizada por el “odio” y la “desinformación” y de un grupo de “enemigos externos e internos” que han buscado atacar las instituciones. Esos factores, señala, no han permitido observar los éxitos logrados por la administración de Duque durante los últimos dos años.
Igualmente, Santos rememoró la misión otorgada por Duque de cuidar las relaciones en Washington, ciudad que el mandatario considera como su segundo hogar tras haber vivido allí durante 12 años. En ese sentido, señaló que “le puedo decir que, a pesar de las dificultades internas, pues al igual que en Colombia acá también viven esa enfermedad de odio, polarización y desinformación, le entrego unas relaciones cuyo valor estratégico, comercial y político es bipartidista, es sano y sigue en ascenso en términos de cooperación, de entendimiento y de importancia para todos los factores de poder en Estados Unidos”.
Valga recordar que la labor del embajador se ha visto cuestionada a lo largo de este año, entre otras cosas, por la extraña relación que han sostenido los presidentes de ambos países. Después de todo, a casi cinco meses de la posesión de Joe Biden como mandatario de Estados Unidos, este no ha tenido su primera llamada con Iván Duque. De hecho, el único contacto directo entre ambos ha sido una carta que sirvió para disipar dudas al respecto.
Sin abordar el tema, Santos señaló sobre este y otros cuestionamientos, que “las mezquindades de unos pocos que con cajas de resonancia en algunos medios en Colombia quisieron, y aún quieren, hacer daño a esta relación, no lograron su objetivo. Y espero en la reunión personal que tendremos en unos días hacerle un informe detallado de la gestión y los logros obtenidos en estos casi 3 años de trabajo. Después haré un balance ante los medios no por un prurito personal sino por la importancia de esta relación estratégica para Colombia que hoy es más vital que nunca”.
Finalmente, el embajador expresó su agradecimiento por la oportunidad y aseguró que seguirá trabajando por Colombia en nuevos frentes. Valga recordar que las labores de Santos durante los últimos días han estado enfocados a acompañar la visita de la canciller y vicepresidenta de Colombia, Marta Lucía Ramírez, a Estados Unidos, en el marco de las protestas que se vienen registrando en este país desde el 28 de abril de este año.
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