Luego de escuchar el llanto desconsolado de un niño, los vecinos del barrio Los Sauces, en el suroriente de Popayán, en la comuna 5, decidieron llamar a la Policía. De acuerdo con el relato de la comunidad, recopilado por medios de comunicación como Caracol Radio y Noticias RCN, algunos ciudadanos trataron de calmar el menor que se encontraba en llanto, sin embargo, al no poder hacer nada para socorrerlo, decidieron acudir a las autoridades. La Policía de Infancia y a Adolescencia logró entrar a la vivienda en donde se encontraba el niño ante la ausencia de los padres, quienes había salido horas antes.
El coronel Boris Albor, comandante de la Policía Metropolitana de Popayán, dijo, en testimonios recopilados por el informativo de RCN, que “los padres manifiestan que el menor era inquieto, que por eso habían decidido dejarlo amarrado, atado de manos y piernas para que no saliera de la casa (...) en la valoración médica se reportan algunos golpes al menor, por eso es que esos padres quedan a disposición de la Fiscalía General de la Nación para que se le resuelva la situación jurídica”. Mientras que los progenitores se enfrentan al delito de violencia intrafamiliar, el niño fue entregado, por parte de los policías al ICBF (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar).
Esa noticia de agresión contra el menor llega justo meses después de la ley que “prohíbe los castigos físicos o tratos crueles contra niños, niñas y adolescentes”. El proyecto de ley, aprobado en marzo de este año, plantea que es una ley ”de prevención, no es sancionatoria y establece una política pública de pedagogía y prevención para evitar más violencia”. Así lo explicó el el diputado Harry González, coautor de la iniciativa.
“Hace poco leí que un niño que es golpeado por sus padres no aprende a odiarlos a ellos, sino que empieza a odiarse a sí mismo. Una realidad muy dolorosa que me confirmaron varios testimonios que me han llegado en el desarrollo de este debate entre los cuales recuerdo especialmente el de una mujer que nos contó por primera vez en su vida que fue víctima de abuso sexual por parte de su padrastro y que nunca fue capaz de contarle a su mamá por miedo a las reprimendas físicas que le daba”, afirmó el senador liberal Julián Peinado, también coautor del proyecto, en medio de uno de los debates de aprobación del mismo.
El Proyecto de Ley N° 320 de 2020 Senado -179 de 2019 Cámara, propuesto por la senadora del Centro Democrático, Paloma Valencia, y creado por el representante liberal, Harry González, prohíbe “el uso del castigo físico, los tratos crueles o degradantes y cualquier tipo de violencia como método de corrección contra los niños, niñas y adolescentes”. También se le llamó, popularmente, como la ley “antichancleta”.
“Aprobando este proyecto por unanimidad se les dice a todas las familias colombianas, a todos los niños colombianos que se pueden disciplinar, corregir y castigar pero que para es necesario que los padres renuncien a la violencia que tanto daño le hacen a los niños y a la cultura colombiana”, explicó la congresista Valencia.
Aunque hubo funcionarios en contra de la idea, como John Milton Rodríguez, del partido Colombia Justa Libres, el proyecto tuvo luz verde, luego de un segundo debate, el pasado 23 de marzo. Para Rodríguez, “este proyecto violenta el artículo 42 de la Constitución porque se entromete el Estado en temas de corrección, educación y formación de los hijos que compete a la familia”.
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