La explotación sexual es una de las maneras más comunes en las que muchas mujeres son víctimas de las redes de trata de personas a lo largo del mundo, un delito con el cual los delincuentes captan a personas de diferentes lugares, las trasladan y retienen con amenazas mientras son víctimas de toda clase de violencias. En Colombia, la cifra de mujeres que caen en este tipo de ‘esclavitud moderna’ son sorprendentes y se incrementaron en medio de la pandemia.
Las principales víctimas de estas redes son mujeres y niñas, utilizadas para trabajos sexuales, hombres y niños son utilizados para trabajos forzosos. Según cifras de la ONU, la principal forma de la trata de personas en Colombia es la explotación sexual con un 53%. Por su parte, el Ministerio del Interior señaló en un informe en noviembre de 2020 que las víctimas de este flagelo en el país pasaron de 60 en 2013 a 686 en 2020, es decir, hubo un aumento de más del 1000% de los casos.
En este informe, el Ministerio detalló que el 82% de las víctimas eran mujeres y que más de la mitad provenían de zonas del Eje Cafetero, Antioquia, Bogotá y Valle del Cauca, así como que eran enviadas a destinos como lo son China, México, España, Argentina y Ecuador.
En la actualidad, las redes sociales se han convertido en la principal herramienta con la que estos delincuentes atraen a las mujeres hasta que caen en sus trampas. Así lo detalló el diario El Tiempo al dar a conocer el caso de tres mujeres colombianas que cayeron en estas redes a través de falsas promesas en las plataformas digitales.
Alicia* fue engañada por una amiga de la infancia que la llevó a México
La primera historia que dio a conocer el diario capitalino es la de Alicia, como decidieron llamarla para guardar su identidad, quien a través de redes sociales fue atraída por una amiga de la infancia que la ilusionó con un mejor estilo de vida en México.
Alicia apenas había cumplido los 18 años y una de sus mejores amigas del colegio presumía en redes sociales de una vida feliz y con lujos desde que había decidido radicarse en México y trabajar como mesera en un hotel. El estilo de vida que aparentaba la joven atrajo a Alicia y cuando su amiga le dijo que la podía ayudar a lograr lo mismo en ese país, ella aceptó.
“El modus operandi de los captantes es ganarse la confianza y deslumbrar a la víctima para convencerla que puede mejorar sus condiciones de vida”, dijo a El Tiempo, Rocío Urón, coordinadora de Lucha contra la trata de personas de Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
¿Por qué su mejor amiga de la infancia habría querido perjudicar a Alicia de esta manera? Según Juan Carlos Gutiérrez, jefe del grupo de articulación operacional de Policía Judicial de Migración Colombia, se ha logrado establecer que una de las estrategias de estas redes es que los captores de las jóvenes sean conocidos, lo que hace que requieran menos esfuerzo en convencerlas.
Normalmente, los captores resultan ser otras víctimas que cayeron anteriormente en la red de prostitución. La amiga de Alicia estaba siendo víctima de la explotación sexual, tras un tiempo de trabajar para estos delincuentes, ellos le ofrecen que puede traer a otra mujer y así reducir la deuda con la que la tienen en contra de su voluntad.
Gutiérrez explicó al diario bogotano que no todas las mujeres son engañadas con trabajos falsos, “muchas son conscientes de que van a prostituirse, pero les ocurre que les cambian las condiciones al irse a ese país. Les retienen la documentación, les ponen multas, las maltratan”. En muchos casos, los delincuentes retienen a las jóvenes manifestando que tienen que regresar el dinero de los tiquetes y estadía si quieren salir del negocio, pero estas deudas solo aumentan con el paso del tiempo a causa de los intereses que les colocan para mantenerlas atadas.
Es por esto que cuando les prometen que les quitarán un buen porcentaje de su deuda si logran engañar a otra joven, muchas pasan de ser víctimas a victimarias. Ese fue el caso de Alicia, quien al llegar a México fue explotada sexualmente al igual que su amiga, y tras varios meses logró escapar y regresar a Colombia, pero las huellas psicológicas de lo que vivió son difíciles de borrar.
Camila* creyó que podía tener un mejor estilo de vida en Estambul
La segunda víctima, a la que decidieron llamar Camila, cayó en una de estas redes a través de una oferta laboral en el exterior que vio en un perfil de una red social. Durante la pandemia por el covid-19, según señalan los expertos, aumentaron los perfiles falsos que se encargan de presentar un estilo de vida soñado fuera del país contando que lo lograron al decidir irse a trabajar en dicho lugar.
En medio de la pandemia, un hombre le ofrece a Camila un trabajo como mesera en Estambul y ella acepta motivada por la crisis económica que estaba viviendo a causa de la emergencia sanitaria, y decide aventurarse en ese país junto a una de sus primas.
Gutiérrez, de Migración Colombia, contó a El Tiempo que este sujeto les ofreció a las mujeres pagarles desde los pasaportes hasta los tiquetes de vuelo, cuando pisaron Estambul, dos hombres las recogieron y las llevaron a un hotel, donde les quitaron el dinero que les habían enviado, las trataron mal y les dijeron que al día siguiente las llevarían a su lugar de trabajo.
Afortunadamente, la pesadilla duró poco porque las mujeres lograron contactarse con funcionarios de Migración Colombia, quienes al conocer los detalles de la llegada de ambas a Turquía sospecharon que era un caso de trata de personas. “Los victimarios planeaban no dejarlas regresar a Colombia. Un viaje que no tiene equipaje de regreso no es normal”, explicó el funcionario de Migración.
Junto a investigadores de ese país, lograron ayudar a las mujeres para que escaparan a otro hotel y después tomaran un vuelo de regreso a Colombia.
El peligro del amor por internet, una nueva modalidad llamada ‘sugaring’
En la actualidad, el modelo del sugar daddy se ha hecho popular en las redes sociales y no se hace extraño que muchas mujeres jóvenes busquen en las redes sociales a hombres exitosos con los que tener una relación amorosa motivada, principalmente, por motivos económicos.
Aunque ya existen páginas web en las que se relaciona a estos hombres con las sugar babies interesadas y que cuentan con parámetros de seguridad para no exponer a las jóvenes, muchas otras pueden caer en la mano de maltratadores de otros países. Ese fue el caso de Tatiana, nombre para ocultar su identidad, quien conoció a un supuesto hombre adinerado de Oriente Medio a través de estas plataformas.
El Tiempo señala que, tras varias conversaciones con este hombre y establecer una relación amorosa a través de internet, Tatiana viajó a Oriente Medio con la intención de encontrarse con su pareja, quien para ella era un hombre con un alto cargo empresarial que le prometió lujos y viajes, pero terminó siendo un hombre violento que la sometió a maltratos en un matrimonio servil.
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