Esta semana la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) amplió el plazo al Estado colombiano para la demolición del edificio Aquarela, ubicado en Cartagena cerca al Castillo de San Felipe, debido a los retrasos y complicaciones que se han presentado por la pandemia del coronavirus. Sin embargo, en su comunicado la Unesco también insta al Gobierno a priorizar la demolición de este edificio, el cual considera tiene un mal impacto en el patrimonio histórico de la ciudad.
La Unesco accedió a la petición del Gobierno colombiano de extender el plazo para derrumbar la construcción que está detenida, ahora las autoridades deberán demoler la estructura antes del 1 de diciembre del próximo año. La organización internacional ha criticado en varias ocasiones la construcción del edificio Aquarela señalando que este afecta negativamente al sector por su cercanía con el Castillo de San Felipe de Barajas, que fue incluido en la lista de Patrimonio de la Humanidad por este organismo desde 1984.
Anteriormente, el plazo que se había establecido en julio de 2019 vencía este año. En ese momento la Unesco advirtió a Colombia que, en caso de no cumplir con la demolición, Cartagena entraría en la lista de ciudades en riesgo de perder su declaración de patrimonio. Con la petición del Gobierno solicitando a la organización tener en cuenta los retrasos por la pandemia, las autoridades tienen un año más para cumplir con la orden.
Isabella Restrepo Mejía, directora de la Fundación Centro Histórico señaló, sobre la decisión de la Unesco, que “son muy claros en que Aquarela hay que quitarlo, si uno lee el numeral 8 expresan su gran preocupación por el impacto negativo que genera el proyecto al patrimonio. Estamos convencidos que el alcalde de Cartagena y el Gobierno nacional harán todo lo posible para que Cartagena no salga de la lista de Patrimonio de la Humanidad”.
Sin embargo, la respuesta de los responsables de la construcción de Aquarela no se hizo esperar, aunque no hicieron mención a la demolición del bloque de edificios. Una vocera de la Promotora Calle 47 SAS se refirió al documento presentado por la Unesco en el que especificaron que se debe “evitar construcciones adicionales y trabajar en la demolición del edificio como principal medida de mitigación”.
Sobre esta cuestión la vocera de la constructora señaló que “los constructores del proyecto habitacional Aquarela continuarán, como lo han hecho hasta el momento, demostrando la legalidad de la obra en los estrados judiciales”.
Además, agregó que Aquarela no afecta ni hace que Cartagena esté en riesgo de perder la declaratoria de Patrimonio de la Humanidad otorgada por la Unesco. “Lo planteado en el informe NO conlleva que Cartagena esté en riesgo de perder la declaratoria de Patrimonio y NO se plantea que Cartagena vaya a entrar en la lista de patrimonio en riesgo”, señalaron las constructoras en su comunicado.
Si bien es cierto que el último informe de la Unesco no menciona esto en sus apartes, lo que sí sucederá es que en diciembre de 2022, para cuando se supone ya no debe estar el edificio en Cartagena, el Gobierno nacional tiene que enviar un reporte al Centro del Patrimonio de la Humanidad sobre las acciones realizadas en la ciudad para que sean analizadas por el Comité del Patrimonio de la Humanidad que se celebrará en el 2023.
Aunque Cartagena aún no está en riesgo de perder la declaratoria de Patrimonio de la Humanidad, es posible que, de no demoler el edificio antes de diciembre del 2022, la ciudad entre en la lista de riesgo.
Las constructoras también señalaron que seguirán ”atendiendo todos y cada uno de los requerimientos en el marco de los procesos legales en marcha, incluida la demanda contra el Estado colombiano instaurada en octubre de 2019 ante los graves daños continuados y permanentes contra los constructores y compradores de vivienda en este proyecto habitacional debidamente licenciado”.
Por otro lado, se espera que próximamente se firme el acuerdo entre la Alcaldía de Cartagena, el Ministerio de Cultura y la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres para llevar a cabo el derrumbe del complejo de apartamentos
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