La suspensión de las conversaciones entre el Gobierno nacional y el Comité del Paro no han detenido a este último para seguir tomando decisiones sobre el futuro de la protesta que se desarrolla en el país, casi sin interrupciones, desde el pasado 28 de abril. De hecho, el paro nacional como se ha conocido hasta ahora estaría a punto de llegar a su final.
Al menos esa parece ser la intención del Comité del Paro, que agendó una reunión para hablar del tema en la noche de este miércoles 9 de junio, justo después del encuentro que la misma tuvo con los delegados de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Recordemos que esta se encuentra en el país desde el pasado 7 de junio a raíz de las denuncias sobre violaciones a los derechos humanos en el marco del paro nacional.
Según afirmaron los voceros del comité, la manifestación se podría transformar pensando en el bienestar del país y con el ánimo de buscar nuevas alternativas para que el gobierno del presidente Iván Duque siga escuchando el clamor de diferentes sectores que se sienten inconformes con su gestión. “El tema es cambiar de táctica y estrategia”, le dijo de forma anónima uno de los miembros de esa agrupación a RCN Radio.
Ello va en sintonía con lo dicho más temprano por el presidente de la Confederación General del Trabajo, Percy Oyola, quien señaló en una entrevista con la Semana que, “en la medida en que no tenemos garantías para el ejercicio de la protesta, no debemos arriesgar más vidas de los jóvenes que son quienes han puesto una cuota de sangre muy importante y desafortunada en medio de esta protesta”.
Valga recordar que, el paro nacional se extiende en Colombia desde hace 43 días y deja un saldo sumamente preocupante, tanto a nivel de protección de los derechos de los colombianos, como del desempeño de la economía nacional.
En cuanto a lo primero, son claros los informes que entregan organizaciones como Temblores ONG, que dan cuenta de al menos 3.789 denuncias por violencia policial, de las cuales 1.248 corresponden a violencia física, 45 a violencia homicida, 65 por agresiones a los ojos, 25 de violencia sexual y 1.649 de detenciones arbitrarias contra manifestantes.
Sobre lo segundo, se han conocido múltiples pronunciamientos por parte de distintas entidades, como Fedesarrollo, que asegura que el costo económico en mayo está entre los $4,8 billones y $6,1 billones, “siendo los sectores más afectados el comercio, la industria y el agro, que representan un 80 % del costo total”. En cuanto al desempleo, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) aseguró que el mismo se ubicó en abril, cuando sólo hubo tres días de paro, en niveles del 15,1 por ciento, lo que representó un incremento frente al marzo inmediatamente anterior.
La decisión se empieza a barajar en medio de tensiones entre el Comité del Paro y el Gobierno nacional que, tras poco más de tres semanas de negociaciones, no han podido ni si quiera cerrar el preacuerdo sobre las garantías para la protesta pacífica, que sirve como antesala a la negociación real, entorno al pliego de emergencia presentado por los primeros en julio del año pasado.
De hecho, la mesa de negociaciones fue levantada unilateralmente por el comité luego de que el Gobierno no accediera a firmar el preacuerdo esbozado el 24 de mayo y que, de acuerdo con el consejero presidencial Emilio Archila, era sólo un borrador sobre el cual ya se habían trabajado anotaciones y opiniones. Otro factor de desencuentro fue la negativa de las centrales obreras, agrarias y de docentes a la petición de rechazar los bloqueos que atraviesa el país.
De acuerdo con Oyola, sin embargo, la posibilidad no significa el final de las manifestaciones, sino la modificación de las mismas, pues “el paro no puede concluir. La protesta continúa, ya viene es cómo se desarrollará”. En ese sentido, se ha hablado de reemplazar las marchas por concentraciones puntuales y pacíficas, que permitan minimizar el costo de vidas y heridos, tanto en términos de civiles como para miembros de la Policía.
Todo lo anterior aplicaría, por su puesto, a las agrupaciones que siguen la pauta del Comité del Paro. Falta ver qué sucederá con los estudiantes y otros colectivos de jóvenes que dicen no sentirse representados por dicha organización.
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