Video | Mientras rodaba la pelota en el Metropolitano, policías rompieron vidrios y causaron destrozos en una casa de Barranquilla

Barranquilleros denunciaron que miembros de la fuerza pública ingresaron a una vivienda a romper vidrios e incluso, a llevarse una bandera de Colombia invertida que ondeaba en signo de protesta pacífica.

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Uniformados de la Policía Metropolitana de Barranquilla en los alrededores del estadio Metropolitano en la noche del 8 de junio / (Twitter: @BquillaPaTo2).

Los habitantes de los barrios aledaños al estadio Metropolitano Roberto Meléndez de Barranquilla padecieron una noche de terror por cuenta de las manifestaciones del paro nacional en la noche del martes 8 de junio, mismo día en que jugaba la selección colombiana de fútbol contra Argentina por la fecha 8 de las eliminatorias Conmebol camino a Catar 2022.

Lo que llamó la atención de la ciudadanía y de las familias que estaban alrededor del recinto deportivo es que algunos uniformados de la Policía Nacional comenzaron a romper vidrios y ocasionar destrozos en una casa de la capital atlanticense que no representaba mayor peligro para el orden público de la ciudad.

A través del perfil de Twitter @BquillaPaTo2, la ciudadanía de la ‘Arenosa’ denunció cómo miembros de la fuerza pública ingresaron a una vivienda a romper vidrios e incluso a descolgar y llevarse una bandera de Colombia invertida, en signo de protesta pacífica. Este fue el llamado de la cuenta de Twitter para que las autoridades atendieran la situación e investigaran a los responsables:

Alguien tiene respuestas de ¿Por qué la @PoliciaBquilla de @PoliciaColombia actúa de esta manera? ¿Quién los estaba agrediendo? ¿Por qué si la Policía es una Institución para Proteger actúa con Vandalismo? ¿Será que de ahí salen los infiltrados a las Marchas? @CIDH #Barranquilla

Este presunto caso de abuso policial que comenzó a circular en las redes sociales dejó en evidencia los disturbios y excesos de los uniformados en su intento por recuperar el orden público, todo esto durante las movilizaciones que se concentraron en los alrededores del Estadio Metropolitano durante el partido Colombia vs. Argentina.

Incluso, los vecinos del sector residencial de La Ciudadela denunciaron que varios policías que al parecer perseguían a un encapuchado ingresaron sin orden a una casa del vecindario.

De acuerdo con los vecinos, el abuso habría llegado a punto tal de que los policías golpearan a uno de los habitantes de la casa y además, partieron los vidrios de varias ventanas de la humilde vivienda.

El suceso generó el rechazo por parte de los vecinos del lugar. Por otro lado, un hombre también terminó gravemente herido en esta movilización.

En un video que circula en redes sociales quedó registrada una escena en la que se evidencia a un encapuchado de las manifestaciones herido con arma de fuego, aunque se desconoce de momento si ese disparo provino de parte de la fuerza pública.

El preocupante balance de la noche del 8 de junio en la capital del Atlántico da cuenta de un promedio de seis personas heridas y varias más intoxicadas a causa de los gases lacrimógenos.

Minutos antes del pitazo inicial del partido se presentaron disturbios en cercanías al estadio Metropolitano, pues docenas de manifestantes, con piedras y bombas molotov, se enfrentaron contra la fuerza pública en las calles aledañas al recinto deportivo.

Adicionalmente, se presentaron barricadas y hostigamientos en la avenida Las Torres con Murillo y en algunos sectores de La Ciudadela. Grupos de encapuchados comenzaron a enfrentarse con las fuerzas del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), que comenzó a desplegarse en tres anillos de seguridad.

Después del pitazo final del partido, las autoridades reaccionaron para anular la protesta con gases lacrimógenos. Testigos de la zona sintieron docenas de bombas estallar en inmediaciones del estadio con manifestantes coreando el lema: “Sin paz no hay fútbol”.

Este fue el mensaje que dejó el Comité de Seguridad de la Coordinadora Popular en su convocatoria a un plantón en la ciudad costeña:

Enfrentaremos un reto enorme como movimiento social. El establecimiento pretende imponer el “espectáculo” y el negocio para ocultarle al mundo la crisis social y humanitaria que vive el país

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