La labor de Reinaldo Rueda en las dos jornadas de las eliminatorias recién concluidas no era nada fácil. El técnico vallecaucano comenzaba un nuevo ciclo con la selección Colombia, a la que dirigió en parte del proceso rumbo a Alemania 2006, cuando el panorama era nublado: sumaba solo cuatro puntos en la tabla de posiciones, venía de recibir nueve goles en los últimos dos partidos y le esperaban dos rivales de peso, un Perú con la necesidad de ganar y una Argentina con un proceso consolidado de la mano de Lionel Scaloni. Se sumaba, además, la ausencia de Radamel Falcao García y James Rodríguez en el equipo.
Pese a los factores en contra, Rueda ratificó por qué era el preferido por una parte de la fanaticada colombiana y la prensa deportiva para reemplazar a Carlos Queiroz. El combinado tricolor no solo le ganó a Perú y empató contra Argentina, sino que demostró variantes cuando los referentes del equipo no están, poderío en el juego aéreo en ataque y jerarquía, entre otras. Aquí, un breve balance del DT y la selección en estas dos pruebas de fuego.
Ospina y Cuadrado, dos referentes de altura
Para nadie era un secreto que Juan Guillermo Cuadrado y David Ospina serían los líderes del grupo tras la ausencia del ‘Tigre’ y James. Y honraron dicho rol como se debía. Cuadrado lució no solo gambeteador, como siempre, sino claro con los pases, comprometido con la labor defensiva y con la capacidad de encaminar a sus compañeros en los momentos difíciles de ambos partidos. Ospina, por su parte, apareció en momentos decisivos; este 8 de junio, a Messi le atajó tres claras y dos a Lautaro Martínez. Seguridad es el término para definir al de 32 años.
En contexto: Ospina ganó en los duelos individuales contra Messi y fue fundamental en el empate de Colombia ante Argentina
Alternativas sí hay
Duván Zapata pivoteó bien y generó espacios, aunque el estrés propio del partido contra Argentina le impidió anotar la opción clara de gol que tuvo. Luis Fernando Muriel tampoco pudo marcar estas jornadas, pero asistió a sus compañeros y fue desequilibrante. Miguel Ángel Borja marcó un golazo de cabeza en el momento justo y salvó un punto ante la albiceleste. Demostraron ser dignos sucesores de Falcao en la parte delantera.
Lucho Díaz fue profundo en la banda izquierda, apoyó a Tesillo cuando tuvo que hacerlo y marcó gol. Para Cuadrado solo hay elogios. Cardona no jugó el mejor partido, pero armó juego desde atrás y puso pases profundos cuando el partido los necesito. Mateus demostró aportar en ataque y en defensa. Cuellar fue la revelación. En el mediocampo hay variantes, está demostrado, aunque la falta de apoyo a los defensas este martes tuvieron que ver, en parte, los dos goles tempraneros de Argentina.
Reinaldo Rueda, un técnico de armas tomar
Al timonel de la selección cafetera se le puede reprochar que haya salido a jugar con tres volantes de contención ante Argentina (Lerma, Cuéllar y Uribe) cuando tenía con qué salir a atacarla, hecho que quedó en evidencia desde el final del primer tiempo; aún más cuando el partido se disputaba en el Estadio Metropolitano de Barranquilla y con el 25 % de los aficionados.
La falta de valentía que quizá le pudo haber faltado en el inicio del partido a Reinaldo Rueda contrastó con los “pantalones bien puestos” para sacar a Lerma e ingresar a Muriel antes de que acabara la primera parte: buscó revertir ese 2-0 desde un comienzo y no espero a que se le fuera el tiempo.
Arriesgó también al ingresar a Edwin Cardona, Wilmar Barrios y Miguel Ángel Borja, en reemplazo de Lucho Díaz, Gustavo Cuéllar y Duván Zapata para darle un nuevo aire al equipo y sin que le temblaran las manos. Colombia, además, retoma ese buen juego que se recuerda de la mejor época del la mano de José Néstor Pekerman.
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