En lo que va del 2021, en Colombia se presentaron menos enfrentamientos con grupos armados, pero fueron más violentos

La Fundación Ideas para la Paz analizó el comportamiento de la violencia en el país durante los primeros cuatro meses del año.

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Guerrilla (Manuel Saldarriaga Quintero - Colprensa)
Guerrilla (Manuel Saldarriaga Quintero - Colprensa)

Los homicidios, las masacres y el desplazamiento aumentaron considerablemente en el primer cuatrimestre del año, según el análisis de la Fundación Ideas para la Paz, FIP, que comparó las cifras de la violencia en el país.

El comportamiento durante estos primeros meses del año, de enero a abril, de la violencia en el país es una tendencia hacia la victimización de la población civil, mientras que los enfrentamientos entre los actores armados disminuyeron.

Según dijo el investigador de la FIP Andrés Cajiao al diario El Tiempo, los actores armados han tenido un cambio de estrategia debido a que podrían encontrarse débiles para enfrentar a las autoridades, por lo que la tendencia es a disminuir el enfrentamiento con otras fuerzas armadas.

De acuerdo con el análisis de la FIP publicado en el portal La Silla Vacía, las acciones contra el ELN han disminuido en los últimos años, presentando un descenso de 14% con respecto al 2020. Así mismo, las confrontaciones armadas entre grupos criminales han presentado una reducción del 47%, como las acciones terroristas que pasaron de 209 en ese periodo de 2020, a 49 en el 2021.

Según el análisis, eso podría deberse a una presencia de las fuerzas armadas del Estado que sería disuasiva para algunos grupos por su superioridad, que los grupos armados se han replegado a zonas de baja confrontación o a que las comandancias se refugian fuera del territorio nacional. Esas son las hipótesis de la Fundación.

Sin embargo, pese a que se reducen los choques armados, aún cuando no se puede establecer que sea una tendencia, sí se presenta un incremento de las acciones violentas principalmente contra la población en altos niveles.

Lo único que ha logrado reducir el alza de los homicidios desde la firma del Acuerdo de Paz ha sido la pandemia a inicios de 2020. Este año, la cifra continuó su ascenso e incrementó en un 15% en comparación con el periodo del año anterior y un 19% en los municipios PDET, los más afectados por el conflicto.

El incremento fue mayor en comparación con 2019 y mucho más con 2017, lo que significa que sí hay un ascenso constante de esta violencia. Los municipios que registran las cifras más preocupantes son Tumaco, Tibú, Tarazá, Buenaventura y Santander de Quilichao que aumentaron cerca del 50%.

Según la FIP en su informe de La Silla Vacía, la cifra de masacres llegó en el primer cuatrimestre al número más alto de la última década con un incremento del 70%. Hubo 53 víctimas de masacres en los primeros meses de este año, mientras que el periodo anterior se registraron 31, la FIP alerta de medidas efectivas de respuesta a ese fenómeno que se presenta tanto en zonas rurales como urbanas.

Según explicó Cajiao a El Tiempo, las condiciones de las masacres son variadas así como los actores que las cometen, sin embargo, no es cierta la versión oficial de que se trata de un fenómeno asociado a los cultivos ilícitos.

Los casos de homicidio de excombatientes de las Farc mantienen las mismas cifras, respecto a la comparación con el año anterior en el periodo de 2021 se presentó un caso más, y siete con respecto al 2019. Según Indepaz, en el país han sido asesinados 276 firmantes de paz desde el 2016.

Otra de las cifras que presentó un aumento fue el desplazamiento forzado, que de acuerdo con la FIP, pasó de 13.000 casos en el primer cuatrimestre de 2020, a más de 23.500 en el mismo periodo del 2021. Esto significa que este delito ha aumentado en un 80% en los últimos meses.

Debido a que los enfrentamientos entre grupos armados y la fuerza pública han disminuido, la FIP señala que el desplazamiento se presenta por amenazas y hechos de violencia que obligan a las poblaciones a abandonar sus territorios, en muchos casos de manera individual y no son registrados.

Por último, los asesinatos de líderes sociales, de acuerdo al informe, presentaron una reducción del 49% en el primer cuatrimestre, el número más bajo desde el 2017. Sin embargo, Somos Defensores alertó de un aumento de las amenazas.

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