Cultivos de hoja de coca se redujeron en un 7% en 2020, pero la coca no

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito explicó que, a pesar de que bajaron los cultivos, aumentó la cantidad de coca que se sacó de ellos.

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Foto de archivo. Soldados del Ejército de Colombia vigilan durante una operación para erradicar cultivos de hoja de coca cerca al municipio de Tarazá, en el departamento de Antioquia, Colombia, 10 de septiembre, 2019.  REUTERS/Luis Jaime Acosta
Foto de archivo. Soldados del Ejército de Colombia vigilan durante una operación para erradicar cultivos de hoja de coca cerca al municipio de Tarazá, en el departamento de Antioquia, Colombia, 10 de septiembre, 2019. REUTERS/Luis Jaime Acosta

Este miércoles el Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (Simci), de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito dio a conocer que en 2020, las hectareas de hoja de coca pasaron de 154 mil en 2019 a 143 mil, lo que implica una reducción del 7 %. Además, es el tercer año consecutivo en el que esta cifra baja.

En 2018 también hubo una reducción del 1,2 %, pasando de 171 mil hectáreas en 2017 a 169 mil. Luego en 2019 también se redujo la cifra, cuando pasó de 169 mil hectáreas en 2018 a 154 mil, representando un 9 % menos. Sin embargo, en algunos departamentos se incrementó la siembra de cultivos de coca entre el periodo 2019-2020 como en Córdoba donde crecieron un 30 %, pasando de 2.830 hectáreas a 3.722 al menos; Antioquia pasó de 9.482 en 2019 y en 2020 se reportaron 12.089, representando un 27 %.

El Chocó creció un 18 %, yendo de 1.248 en 2019 a 1.472 en 2020. Bolívar fue de 7.695 en 2010 a 9.398 en 2020, creciendo un 10 %. Por otro lado, en otros departamentos bajó el número de cultivos en hectáreas: Caquetá tuvo reducción del 54%, Putumayo del 20% y Nariño 17%. “Seguimos enfrentando esta actividad que financia a criminales y que afecta la seguridad y el medio ambiente”, expresó el ministro de Defensa, Diego Molano, quien acompañó al presidente Iván Duque, al ministro de Justicia, Wilson Ruiz y al representante de la Oficina de la ONU, Pierre Lapaqué.

Otro dato del informe que será conocido el próximo mes indica que el potencial de producción de cocaína por hectárea aumentó, es decir, se sacó más producto final de los cultivos a pesar de que se redujeron.

Por otro lado, en el periodo de tiempo estudiado, la fuerza pública logró erradicar 130 mil hectáreas de hoja de coca. Ahora una de las grandes apuestas del Gobierno es retomar el glifosato.

Cómo va el proceso

Seis años después de haber sido suspendida la fumigación aérea de cultivos de coca, amapola y marihuana, el Gobierno de Iván Duque anunció que se volverá al glifosato basándose en “que es la forma más efectiva” para hacer este proceso. La noticia fue dada pese a las contradicciones que genera con el Acuerdo de Paz firmado en el 2016 y las múltiples peticiones de los campesinos y rurales en el país. El Gobierno firmó el decreto 380 que expidió el pasado 12 mayo, el cual es parte de los requisitos que pide la Corte Constitucional para avalarlo.

Incluso, para lograr la completa autorización del uso del glifosato el Ministerio de Salud, entregó su concepto previo en el tema, a partir de un estudio que elaboró la Universidad de Córdoba, donde daba un concepto a favor del uso del pesticida. Pese a que diferentes estudios a nivel internacional señalan que tienen fuerte relación con el desarrollo del cáncer y otras enfermedades.

Además que mecanismos internacionales ha señalado que el pesticida tampoco ha servido par la lucha antinarcóticos, Por ejemplo, como lo señalan en el Washigton Post el 23 de marzo, el director de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), Adam Isacson, aseguró durante una conferencia que la aspersión aérea de glifosato ha sido un fracaso, porque “cada vez que fumigan, los cultivos se bajan por un ratico, pero después siempre se recuperan”.

Isacson también afirmó que, de acuerdo con el Departamento de Estado de Estados Unidos, después de fumigar 1.8 millones de hectáreas durante 21 años, los precios del gramo de coca en los mercados norteamericanos no se vieron afectados mayormente.

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