La capital del país ha sido una de las ciudades donde más se ha registrado contagios de Covid-19 en los últimos meses, incluso, la ocupación de camas UCI es critica, algunas clínicas y hospitales piden a los ciudadanos no acercarse a los centro ni siquiera por urgencias y pese a los esfuerzos de vacunación hasta el día de hoy no se ha logrado inmunizar una parte significativa de la población. A pesar de todas las alertas y recomendaciones por parte de las autoridades, en algunos casos los ciudadanos continúan incumpliendo los mínimos para sobre llevar la crisis sanitaria.
Por ejemplo, Bogotá inicia hoy la reactivación económica pero uno de los escenarios sociales que aún no se abrirán es el de discotecas porque la ciudad aun se encuentra en alerta roja de contagio y en este tipo de ambiente se crea un escenario de contagio importantes. Pese a esto, en la ciudad los fines de semana se siguen reportando fiestas clandestinas donde a la hora de hacer el debido proceso de cierre se deja en evidencia además, la falta de medidas de autocuidado e irresponsabilidad por parte de los promotores de estas actividades.
Según cifras reveladas por el concejal Rolando González tras conocer un informe minucioso solicitado a la Secretaría de Seguridad, desde el primero de enero hasta mayo de 2021 se han recibido 166.644 quejas relacionadas situaciones relacionadas con rumbas, reuniones y otras situaciones similares. En esta investigación se descubrió que el mes de abril fue el de más denuncias con 40.565 reportes, creciendo un 30% con respecto al mes de marzo (30.925).
Y en el caso del mes mayo se recibieron un promedio de 27.691 llamadas. Del total de las llamadas, un 40% se presentaron entre la media noche y las 6:00 a.m. y el 30% entre las 6:00 p.m. y la media noche, incluso los fines de semana se reciben más de 300 llamadas por hora en estas franjas para este tipo de incidentes.
De acuerdo con RCN Radio la mayoría de las denuncias, es decir, el 56% se concentra en las siguientes localidades: Chapinero (23.171), Usaquén (22.460), Engativá (20.386), Bosa (14.600), Ciudad Bolívar (12.736).
Según con lo señalado por González, lo preocupante de esta situación, además, de que no ayuda con la emergencia la ciudad con respecto al tercer pico es que están impidiendo la atención de otras emergencias que poner en riesgo la vida, como accidentes de transito.
“Esto está afectando recibir llamadas por otro tipo de incidentes que afectan la vida y la integridad de las personas y que debería ser el principal propósito de la línea 123, tales como accidentes de tránsito, personas enfermas de gravedad o algún tipo de delito”, puntualizó en entrevista con la emisora colombiana.
Además, el concejal señaló que esto esta afectando la convivencia y creando escenarios de intolerancia que pueden ser riesgosos debido a que se pueden crear hasta accidentes por riñas entre otras problemáticas en las comunidades.
La alteración de orden público es la segunda razón de las llamadas con 166.644, enseguida de los accidentes de tránsito con 78.239 llamadas, Persona enferma (59.914) entre otras.
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