Historias elementales es la nueva propuesta de Canal Capital que se lanzará mañana, 9 de junio, con una serie de relatos inspiradores que ponen en contacto con lo más puro, con lo natural, con cinco elementos que por sus atributos no sólo están asociados a un tema en particular sino a unos personajes que transforman su entorno de distintas maneras.
Este documental contará con 10 capítulos de 12 minutos cada uno. Una serie que se teje por medio del elemento más importante para la vida: el cuidado. 30 personajes completamente diversos, que desde distintos universos, etnias, realidades, y acciones ilustran uno de los significados más importantes de la palabra cultura como la mejor manera de estar juntos. Esta serie refleja a través de sus ciudadanos, paisajes y rostros, una lección de dignidad y esperanza.
Por medio de esta serie es posible descubrir la complejidad de Bogotá, pero también, la infinidad de posibilidades que esta propone, ya que no sólo da cuenta de los ciudadanos que están haciendo algo, por algo, o por alguien, sino que, además, invita al espectador a conectar con propuestas que se construyen desde los barrios o localidades, revelando personajes tejen redes y comunidades, alrededor de pequeños gestos o de grandes iniciativas.
“Fue muy valioso encontrar un territorio común con los personajes: Bogotá, ciudad compleja y caótica, de grande dimensiones, donde coexisten infinidad de universos, realidades, personas que hacen proyectos increíbles, que benefician tanto a su núcleo familiar, como a la población carcelaria, o a la población trans, a los activismos femeninos, y a la educación de la primera infancia, a la salud pública, a la preservación de la memoria y de nuestras culturas ancestrales, entre muchos otros; acciones de cuidado que no solo se ubican en un lugar, sino que además se conectan entre ellas evidenciando su fuerza”, comentó Daniela Castro Valencia, quien es la directora de la serie.
A su vez, también se lanzará, el mismo día, la serie Médulas, sanando de raíz, el cual es un proyecto en el que se dio un espacio para las voces de mujeres que buscan sanar y transformar. Este filme se presentará en la modalidad de animación documental, la cual tendrá 10 capítulos, con los que a través de un diálogo emotivo entre múltiples relatos de 20 mujeres diversas, aborda con sensibilidad temas como la discriminación, la violencia y la inequidad de género presentes en sus vidas, deconstruyendo y resignificando su propia memoria hasta llegar a la médula, a la esencia, al origen donde es posible sanar desde raíz.
Estas voces se refuerzan por medio del recurso de la animación con sus diversas posibilidades estéticas; capaces de reinterpretar sus historias a través de metáforas, texturas trazos y colores. Médulas, sanando de raíz es una experiencia audiovisual que invita a ver desde un punto de vista profundo la inequidad de género y las violencias a las que se enfrentan diariamente las mujeres, pero también concentrándose en las acciones resilientes y empoderadoras que tienen finales distintos, sanadores y reivindicantes.
“Esta serie nos permite abordar las violencias de género, pensamos que sería necesario ir a la raíz del silencio, del dolor que nadie quiere escuchar y ante el cual la civilización durante siglos, ha erigido silencios monumentales. Estrechar las relaciones entre mujeres, abrir el corazón y confrontar cada uno de estos relatos desde un espacio íntimo que nos liberara de las memorias vividas por cada una en nuestros pasado y que nos empujara a hablar sin miedo, a reconocer la dimensión de lo que somos capaces de hacer tanto mujeres y hombres, pero también de entender que muchas de estas violencias, empezaron en casa y se mantuvieron en silencio por la rudeza del silencio que han mantenido generaciones de madres y abuelas enteras. En una cultura donde la naturalización de la violencia es creciente y es validada y aceptada incluso por las propias víctimas”, afirmó Lola Barreto, directora de la producción audiovisual.
Estas dos series documentales dirigidas a jóvenes y adultos buscan concientizar, generar reflexión, empatía y conocimiento frente a los temas relacionados con los derechos humanos y posicionar el concepto de la ciudadanía del cuidado, no sólo con unas determinadas acciones o procesos que satisfagan necesidades específicas, sino como una disposición permanente, consciente y dirigida a garantizar el bienestar en el corto y en el largo plazo como una forma de construcción de tejido social.