La economía de Colombia se ha visto afectada de forma significativa desde el año pasado con las restricciones que los gobiernos e instituciones tomaron para poder hacerle frente a la crisis sanitaria que se produjo con el Covid-19. Una de las que más afecto fue las largas cuarentenas que comenzaron en marzo del 2020 y finalizaron en diciembre. A comienzo del 2021 se dio la segunda ola de contagio y la reactivación se vio frenada, sin embargo, en febrero se volvió al plan para hacer que la economía se potenciara, sin embargo, el 28 de abril que comenzó el Paro Nacional, se volvió afectar las finanzas de Colombia y lo sectores privados por los bloqueos que generaron grandes perdidas para el mes de mayo.
La semana pasada el Dane reveló que que la inflación para el mes de mayo fue de 1%, en su serie mensual. Doce meses atrás ese indicador había sido -0,32%; mientras que la anualizada quedó en 3,30%, es decir que ya superó la meta que tenía el Banco de la República para este año, de 3%. Incluso, Juan Daniel Oviedo, el director del Dane advirtió que esta podría seguir subiendo.
“Ya vimos la afectación de la libre movilidad. De darse con la misma intensidad que vimos los bloqueos que sucedieron en la primera semana de mayo, en junio podríamos ver otra inflación bastante significativa en materia del comportamiento de precios de los alimentos”, alertó Oviedo en entrevista con Caracol Radio.
Esta situación es muy alarmante debido ha que hace que la pobreza se aumente y siga creciendo la desigualdad. De acuerdo con expertos esto puede tener dos efectos: que los hogares compren menos cosas con el mismo dinero por el alza de los precios, por lo que para el caso de familias vulnerables y pobres, podrían subir las personas en condición de pobreza. La otra consecuencia es que el Banco de la República mueva sus tasas de interés, porque por ahora el dato ya es levemente superior a la meta que tiene el Emisor para este año.
“Una mayor inflación, en esta ocasión causada por las disrupciones de oferta derivadas de los bloqueos del paro, ponen en aprietos la maniobrabilidad del Banco de la República, puesto que comprometen la inflación esperada y meta de inflación de este año”, puntualizó Lya Paola Sierra, investigadora del departamento de Economía de la Universidad Javeriana a Portafolio.
Por otra parte, Carlos Sepúlveda, decano de economía de la Universidad del Rosario, detalló que “un aumento generalizado de precios afecta el consumo (demanda). También presiona además los indicadores de pobreza (las canastas básicas son más costosas y hogares adicionales no pueden acceder a ellas)”.
Sin embargo, las afectaciones económicas no se han registrado solo ha nivel nacional sino se han visto también a nivel internacional, pues incluso en las últimas semanas se ha visto como lejos del objetivo del 2% de inflación que contemplaban emisores como la Reserva Federal o el Banco Central Europeo, el indicador se disparó de 2,6% en marzo hasta el 4,2% en abril en Estados Unidos, la mayor cifra desde 2008.
<b>Informe de mayo</b>
En mayo de 2021 la variación anual del Índice de Precios al Consumidor fue 3,3 %, es decir, 0,45 puntos porcentuales. Según el Dane esta fue mayor que la reportada en el mismo periodo del año anterior, cuando fue de 2,85 %.
El comportamiento mensual del IPC total del quinto mes del 2021 (1,00 %) se explicó principalmente por la variación mensual de las divisiones alimentos y bebidas no alcohólicas, restaurantes y hoteles. Las mayores variaciones se presentaron en las divisiones alimentos y bebidas no alcohólicas (5,37 %) y restaurantes y hoteles (0,86 %).
Así mismo, el mes pasado los mayores incrementos de precio se registraron en las subclases: zanahoria (35,86 %), papas (31,17 %) y tomate (25,66 %). Los menores incrementos de precio se reportaron en las subclases: quesos y productos afines (0,03 %), salsas, pastas y aderezos (0,10 %) y concentrados para preparar refrescos (0,13 %).
En mayo de 2021 los mayores incrementos de precio se registraron en las subclases: comidas en establecimientos de servicio a la mesa y autoservicio (1,13 %), comidas preparadas fuera del hogar para consumo inmediato (0,47 %) y gaseosa y otros refrescos en establecimientos de servicio a la mesa y autoservicio (0,45 %).
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